Y pensar que hasta último momento se especuló con que podía llegar a estar en el partido frente a Corinthians. Juan Román Riquelme siempre es tema de interés en Boca y esta semana mucho más. El volante, aún convaleciente de un desgarro que le impidió jugar el miércoles por la noche por la Copa Libertadores, apenas participó ayer de la práctica que efectuó el conjunto xeneize y está prácticamente afuera del superclásico del domingo ante River Plate.
El enganche sólo realizó una rutina física junto al plantel, pero cuando sus compañeros se abocaron a un ensayo de fútbol en espacios reducidos, directamente se marchó con el kinesiólogo Leandro Bechakian a otro sector para no exigirse y de esa manera agravar su lesión.
Riquelme se sumó a otros dos futbolistas que padecen sendos desgarros, el uruguayo Ribair Rodríguez y el tucumano Franco Sosa, y se estima que su presencia será reservada para el partido revancha ante Corinthians, que se jugará en San Pablo el próximo 15 de mayo.
"A Román trato de cuidarlo, el domingo recién cumpliría 14 días de su desgarro y la idea es prepararlo para la revancha de la Copa", dijo Carlos Bianchi en la conferencia de prensa tras el triunfo copero sobre la posibilidad de que el capitán esté el domingo en el superclásico.
Respecto del resto del plantel, la actividad se dividió entre los que jugaron el miércoles y los que se quedaron al margen o ingresaron pocos minutos.
Los del primer grupo retornaron a la concentración, pero ayer por la mañana fueron liberados y recién se reencontrarán hoy por la mañana. El resto se sometió a una rutina física con el profesor Juan Manuel Alfano y luego un ensayo de fútbol reducido bajo la atenta mirada de Bianchi.
El Virrey armó un equipo con Emiliano Albín, Federico Bravo, Claudio Pérez, Lisandro Magallán, Cristian Cellay, Lucas Viatri, Nahuel Zárate y Franco Fragapane. En el otro estuvieron Gonzalo Escalante, Nicolás Colazo, Santiago Silva, Guillermo Fernández, Leandro Paredes, Lautaro Acosta, Jonathan Castillo y Pablo Ledesma.