Boca ganó con el cambio de entrenador. Tanto por el resultado como en el juego. Porque en la presentación de Rodolfo Arruabarrena, recuperó la presencia y la energía que desde hace mucho le faltaba con Carlos Bianchi y consiguió una indiscutida victoria 3-1 sobre Vélez, al que dejó sin invicto.
Con una buena producción de Marcelo Meli, un Fernando Gago muy mejorado y un inclaudicable compromiso de todos sus futbolistas, el xeneize controló el juego durante casi todo el partido, remontó una desventaja inesperada y coronó con el triunfo su mejor producción en mucho tiempo.
Vélez no respondió como se esperaba, le faltó vigor en la mitad de la cancha, llegó muy poco al área del adversario y dejó escapar la ventaja que se le había presentado para terminar perdiendo.
Desde el comienzo, el local impuso gran ritmo y a los dos minutos estuvo cerca del gol, con un remate apenas alto de Meli. E inmediatamente un remate de Jonathan Calleri fue salvado sobre la línea.
Después del cuarto de hora, Boca bajó la velocidad y el juego se hizo más enredado, pero Vélez recién apareció en ataque a los 40’, cuando Agustín Orion salvó a los pies de Ariel Cabral.
La segunda acción ofensiva de los visitantes fue gol: a los 44’ Jorge Correa tomó la pelota sobre la izquierda y sacó un potente remate que dejó sin opciones a Orion.
Boca no perdió la concentración en el comienzo del complemento, fue claro dominador del juego y llegó al empate a los 10’ con un cabezazo del Cata Díaz tras un córner desde la izquierda.
Todo era de Boca y se encontró con la ventaja a los 17’, cuando Meli se llevó por delante la pelota dentro del área tras una floja salida del arquero Sebastián Sosa.
En el último tramo Boca retrocedió, más aún cuando se quedó con un jugador menos por la expulsión de Gonzalo Castellani. Vélez se adelantó y manejó la pelota, pero no tuvo claridad ni profundidad
Finalmente, a los 44’, el ingresado Andrés Chávez puso cifras definitivas con un remate cruzado.