Una jugada de pizarrón ejecutada a la perfección cuando el partido recién empezaba le dio la posibilidad a Boca de ponerse en ventaja, de soñar con romper el maleficio que lo persigue y lograr una victoria, a esta altura necesaria como el agua. Pero no contó con la capacidad de Belgrano de pegar las estocadas en los momentos justos para llevarse una importante victoria. Fue 3-2 en un estadio sin público. Con este resultado, el equipo de Bianchi acumula 6 partidos sin triunfos y aunque en el primer tiempo dominó y se puso en ventaja, en el complemento todo fue desconcierto posibilitando que la visita diera vuelta la historia.
El equipo de Carlos Bianchi, que sigue esperando el regreso de su histórico referente Juan Román Riquelme, pasó de la esperanza que le aportó el triunfo en el parcial, por un gol de laboratorio que concretó Juan Forlín, a otra cruda decepción, que lo abrumó por las conquistas celestes de Emiliano Rigoni, Luciano Lollo (de penal) y César Pereyra. Sobre el epílogo redujo la distancia en el marcador Luciano Acosta, de volea.
El resultado se abrió luego de que Gago cediera la pelota para Erbes a la salida de un tiro libre, éste envió un pase preciso para la cabeza de Sánchez Miño, quien habilitó a Forlín para abrir el marcador con el que Boca volvía a ganar después de tres meses. La alegría duró poco.
El gol tempranero impidió que Belgrano pudiera fastidiarlo con las dos líneas de cuatro bien juntitas en 30-35 metros como lo hace habitualmente.
Tras ponerse en ventaja, Boca siguió en su rol de dominador, aunque no supo trasladar ese dominio al marcador.
En el arranque del complemento fue Belgrano el que madrugó al xeneize. Bueno metió un pelotazo profundo a las espaldas del Cata Díaz, Zárate intentó cerrar pero terminó desparramado por el piso y Rigoni clavó un zurdazo arriba con el que el Pirata alcanzó el empate. Fue un balde de agua helada para el local, que a partir de ahí volvió a ver los fantasmas de la fragilidad y la impotencia.
Boca se sumergió en el desconcierto y Belgrano aprovechó. Penal de Nahuel Zárate a César Pereyra, que Luciano Lollo facturó fusilando a Orion. Así, el equipo de Zielinsky daba vuelta la historia, pero fue por más.
El cierre tuvo el sabor al picante de los goles, por la definición de Pereyra para el 3-1 y el bombazo del pibe Acosta del descuento.
Los xeneizes no ganan desde el 10 de noviembre
Tras empatar en la primera fecha, Boca y Belgrano buscaban ayer retornar a la senda del triunfo, y fue el Pirata el que cumplió el objetivo al dar vuelta el resultado e imponerse 3-1. Así, el conjunto de la Docta estiró la mala racha del Xeneize. Desde el 10 de noviembre ante Tigre en La Bombonera que el elenco del La Ribera no consigue ganar; esa tarde dio vuelta el resultado de manera agónica y luego no pasó de cosechar empates y derrotas, incluso en las dos primeras fechas del Final.
Para el Virrey, al equipo “le faltó más agresividad”
El celular de Dios, que otros tiempos Bianchi usaba, está apagado. Boca es una sombra, a tal punto que el Virrey disparó su crítica contra su equipo, sobre todo por lo que hizo en el complemento. “Ellos ganaron todas las pelotas divididas, no hubo agresividad”.
Luego amplió y se refirió a los goles tempraneros que sufrió en el arranque del segundo tiempo: “Parecería que en el entretiempo sería mejor quedarnos en el campo de juego porque volvemos y nos desconcentramos”.
Por su parte, el técnico de Belgrano, Ricardo Zielinski, fue cauto a la hora de hablar, a pesar de la importancia que tuvo la victoria. “Trabajamos el partido y pudimos darlo vuelta. El partido fue parejo, cerrado y pudimos pegar en los momentos justos”, resumió el DT, quien no pudo ocultar su alegría.