Boca define lo que viene

El plantel de Boca retomó ayer los entrenamientos en un ambiente de distensión porque la goleada recibida ante San Lorenzo no agregó demasiado al muy mal año, aunque hay conciencia de que en los partidos que faltan son varios los que se juegan mucho.

En tal sentido, el consenso para que el técnico Alfio Basile continúe en funciones durante 2010 se mantiene pero no escapa a nadie que los resultados frente a Independiente, Huracán y Banfield serán un elemento de peso y, por otra parte, cuando llegue el momento, se verá cómo evolucionan las conversaciones respecto de la renovación del plantel.

Está claro que Basile pretende utilizar los cuatro cupos para incorporaciones, mientras que la mayor parte de la dirigencia y el manager Carlos Bianchi es que lleguen un defensor y un volante de contención, a los que podría agregarse un arquero, pero no un delantero, como lo requiere el DT. El nombre de Gabriel Hauche circula en Boca pero no ha sido pronunciado por Bianchi ni por ningún directivo.

Se sabe que a Bianchi le gusta Walter Samuel, pero Basile quiere a Daniel Díaz, no obstante lo cual, a primera vista, los dos nombres son inalcanzables y habría que ver de qué manera Boca podría seducir al actual central del Inter o al del Getafe.

En relación con el refuerzo para la defensa, en Boca nadie sabe de dónde surgió el nombre de Leandro Desábato y la mención del hombre de Estudiantes de La Plata no seduce porque se lo considera un jugador sin valor de reventa y sin nivel suficiente para solucionar por sí solo los problemas en el fondo.

Ante la brecha que se abrió en el medio por la lesión de Sebastián Battaglia, todos los indicios apuntan a Jesús Méndez, el jugador de Rosario Central, ex River, que en los últimos tiempos ha cosechado elogios de Bianchi y de Juan Román Riquelme, nada menos.