El suizo Joseph Blatter, de 79 años y al frente de la Fifa desde 1998, sobrevivió al peor escándalo de corrupción en la historia de la entidad y renovó la presidencia hasta 2019, aunque con poder recortado y sin el apoyo total de la Conmebol, tras una extensa votación durante el 65º Congreso en el Hallenstadion de Zurich, Suiza, que hoy se cerrará con la definición de los cupos para los Mundiales 2018 y 2022, donde se espera que Sudamérica no sufra recortes de las 4 plazas y media que dispone actualmente.
El dirigente europeo consiguió la cuarta reelección consecutiva luego que su único competidor, el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein, renunciara a participar del ballotage. En primera vuelta, Blatter reunió 133 votos contra 73 de su competidor y quedó a sólo 7 de conseguir el caudal necesario para consagrarse de modo directo.
Salpicado por el escándalo que reveló el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el suizo se atrincheró en el cargo y mantuvo la presidencia pero con menor consenso, pues las confederaciones de Europa, América del Norte y Central y Sudamericana repartieron sus sufragios con intención de un cambio histórico. Por caso, la AFA eligió al jordano en una postura inédita (ver aparte).
"Expreso mi gratitud, estaré durante los próximos cuatro años al comando de este barco llamado Fifa. Prometo llevarlo nuevamente a la costa y para ello debemos combatir algunas cosas que pasan. Será un desafío por resolver", pronunció apenas consagrado su quinto mandato.
En uno de sus primeros anuncios tras las reelección, Blatter garantizó la realización de la próxima Copa del Mundo en Rusia 2018, cuestionada por un proceso de elección presuntamente espurio, que marginó la pretensión de Inglaterra por organizarla. "No vamos a tocar el Mundial", prometió Sepp.
Como descargo por el acoso sufrido en las últimas horas, el suizo aceptó: "No soy un hombre perfecto, nadie lo es. Soy un hombre de fe, en Dios o en quien sea que creamos". Y sobre la cuestión de su edad, expresó: "Estoy fuerte, mi edad no es un problema. Hay gente de 50 años que parece vieja".
Más tarde, ante un auditorio que por momento emitió tenues silbidos, asumió que la FIFA debe "mejorar la representación de las confederaciones" y hasta "incorporar mujeres" a los puestos ejecutivos. También le agradeció a su contrincante político: "Ali ha obtenido un buen resultado, pero pensó que era mejor no seguir adelante".
Por último, como una exhalación frente a la presión vivida desde el miércoles, Blatter se despidió al grito de: "¡Vamos Fifa, vamos Fifa!".