El ministro de Desarrollo Social de la provincia, Pablo Farías, confirmó ayer
que el gobierno de Hermes Binner tiene en estudio un proyecto para unificar los distintos programas
de asistencia social en un plan que asegure un ingreso universal a los sectores sociales más
vulnerables, aunque aclaró que ese objetivo se podrá alcanzar en la medida en que se logre una
mayor coordinación con las políticas que lleva adelante el Estado nacional.
En el marco de la reunión del Consejo Económico y Social convocada por el
intendente Miguel Lifschitz, Farías reconoció que desde hace siete meses la demanda de asistencia
social directa viene en aumento, con ritmo de crecimiento del orden del 20 por ciento interanual.
"Crece el número de personas que estaba de alguna manera contenida en una situación de empleo,
aunque sea informal, y que ahora la perdió y no tiene otra solución que acudir al Estado", señaló
el funcionario.
Los fondos locales. Los recursos transferidos por la provincia al municipio de
Rosario para la atención de programas sociales promedian los 6 millones de pesos mensuales, a lo
que se suman los fondos volcados por el gobierno local y los aportes nacionales. De todos modos,
Farías explicó que "mientras se logró coordinar absolutamente estas inversiones con la
Municipalidad de Rosario", no ocurre lo mismo con el gobierno nacional, que "baja sus planes con
pautas ya establecidas".
Esa dispersión es una limitante para avanzar en una unificación de los programas
de asistencia en un plan de cobertura universal. "Si unificáramos las transferencias de los tres
niveles del Estado en un programa de ingreso básico universal estaríamos asegurando por lo menos
una suma mínima interesante a los sectores de más bajos ingresos, pero para eso se necesita
coordinación, toda vez que garantizar un ingreso que tiene base en un derecho por el solo hecho de
ser ciudadano precisa de una previsión presupuestaria importante", señaló.
El secretario de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario, Fernando
Asegurado, coincidió en el planteo. "Sabemos que se está estudiando la posibilidad de un plan
universal pero en este caso la participación clave es la de la provincia y del municipio".
Una factura a la Nación. Tanto en el gobierno santafesino como desde el
Ejecutivo municipal, la percepción es que frente al avance de la crisis —que suma a la
población sumida en la pobreza estructural el regreso al sistema de asistencia social de personas
que habían logrado reinsertarse en el circuito de empleo en los últimos años de expansión— la
Nación mira una película vieja. "Rosario llegó a tener 70 mil be
neficiarios de planes Jefes y Jefas y ahora hay menos de 10 mil, debido a que
muchos se transfirieron al plan Familias o al seguro de capacitación de empleo, con el objetivo de
su reinserción en la actividad formal", señaló Asegurado, quien subrayó que con los efectos de la
desaceleración "se dificulta subir este último escalón". Esto significa que, "lejos de disminuir,
va a aumentar el número de gente que va a buscar asistencia directa".
La concurrencia de personas que se acercan a las oficinas de Promoción Social en
busca de distintos tipos de ayuda, desde subsidios a planes de capacitación o apoyo para proyectos
de emprendedores, se duplicó en los últimos meses, aunque Asegurado señala que "la situación es
controlable".
Aún así, Farías subrayó que "se hace necesario incrementar los recursos para el
área", lo cual "se hace difícil porque no aumenta la recaudación".
El Consejo Económico y Social de Rosario fue creado por el intendente el año
pasado y reúne a cámaras empresarias, sindicatos, organizaciones sociales, instituciones sociales y
entidades académicas y tecnológicas. La última reunión fue el 19 de febrero, con las políticas de
preservación del empleo frente a un escenario de crisis como tema convocante. Ayer, el eje fueron
las políticas sociales.