San Francisco (Córdoba).— “Elaborado, planificado y ejecutado el plan, dio rienda suelta al monstruo que llevamos dentro”, dijo el fiscal de Cámara Víctor Pezzano y citó al psicólogo social, filósofo y psicoanalista Erich Fromm para explicar los orígenes psiquiátricos de la tendencia a la destructividad que le endilga al kinesiólogo y ex basquetbolista Alejandro Bertotti, de 37 años, y a su presunto cómplice Leonardo Forti, de 20, por el asesinato de su esposa Natalia Vercesi.
A las 9.30 de ayer comenzó la primera jornada del juicio oral por el crimen de Vercesi, la joven de 26 años y embarazada de seis meses que el 8 de julio de 2009 apareció muerta a puñaladas en su casa de San Francisco. Su esposo atribuyó entonces el ataque a un asalto común, pero el caso dio un giro cuando lo acusaron de contratar a Forti para matarla.
En la primera audiencia las partes definieron las estrategias que seguirán en la discusión pública que se ventila en los Tribunales de esta ciudad. Según se estima, el proceso oral durará unos 15 días porque se citó a 71 testigos, entre peritos, familiares, vecinos y amigos.
Ayer se expuso la acusación de la fiscalía y se leyó el petitorio para que se juzgue a Forti, dentro del mismo proceso, por otra causa: un abuso de armas en un bar nocturno de la ciudad. Este episodio habría ocurrido un año antes del asesinato de Vercesi. Según se explicó, disparó dos veces contra un joven y le ocasionó lesiones leves en una mano.
Con ese caso previo como pie, el fiscal Víctor Pezzano, abundó sobre la inestabilidad y el desprecio sobre la vida humana de parte de Forti, la que fundamentó en su adicción a las drogas y al alcohol. Luego recordó cómo se enteró de la noticia de los sucesos mientras escuchaba radio en su auto. “Allí surgieron los primeros interrogantes”, dijo y se preguntó “para qué tantas puñaladas de parte de agresores que, en teoría y por lo que se sabía en ese momento, solo habían ingresado a la vivienda para robar. ¿Por qué razón los supuestos ladrones dieron muerte a la persona más débil que había en el lugar? ¿Y por qué utilizaron el cuchillo cuando contaban con un arma de fuego?”.
Agravantes. A continuación, Pezzano precisó las causas por las que consideró la aplicación de los agravantes de pago, relación y alevosía: “Hubo premeditación con obrar fío y reflexivo, lo hicieron sobre seguro y con una víctima indefensa”.
Con esa base argumental dijo que “ese tipo de hechos se da, según indican las estadísticas, en casos de violencia de género y no en las ocasiones de robo”. “Sentimientos de odio, rencor, frustración e impotencia que embargaban a Bertotti, fruto de los serios problemas que tenía en su relación conyugal, son los que desencadenan estos sucesos. Esta fiscalía intentará demostrar que a Vercesi la mataron Bertotti y Forti. El primero planificó el asesinato y para consumar sus ideas se valió de la colaboración del segundo, promesa de pago mediante y aprovechando la alta vulnerabilidad de Forti por su adicción a las drogas”, sostuvo.
Por su parte el abogado querellante Felipe Trucco, en representación de la familia de la víctima, coincidió en la mayoría de los postulados y sostuvo: “Ante este crimen despiadado demostraremos quiénes son los responsables”.
La queja del abogado. El defensor de Bertotti, Marcelo Brito, objetó las exposiciones de la fiscalía bajo el argumento de tejer una trama en base a pruebas inexistentes. También se mostró molesto por “el juicio paralelo mediático” y apeló “a la conciencia y moral de los jueces” y de quienes componen el jurado popular. Solicitó que renuncie quien tenga opinión formada previa al proceso.
Por su parte los defensores de Forti, Sergio Corol Montiel y Mario Ruiz, solicitaron al jurado técnico y al popular que presten mucha atención a las pruebas. “De allí surgirá quién tiene responsabilidad cierta sobre los hechos, quién miente y quién dice la verdad”.
Tras estos planteos quedaron delineadas las posiciones de cada una de las partes, las que marcarán el rumbo del proceso. La fiscalía intentará demostrar que tanto Bertotti como Forti cometieron el asesinato en forma conjunta, mientras que los defensores marcaron sus diferencias. Buscarán salvar a sus defendidos intentando hundir al otro acusado en el río de pruebas presentadas en el caso.
Los avances del primer día
El ex basquetbolista Alejandro Bertotti ingresó al juicio con pantalón oscuro, camisa clara y suéter beige y se mostró relajado y con mirada fría. Reiteradamente consultó con su defensor y esbozó sonrisas. Se negó a declarar aunque hizo reservas de hacerlo en otro momento.
Leandro Forti, en cambio, ingresó con jean y campera deportiva azul y se mostró tenso. A su turno sostuvo a través de un escrito su declaración policial. “Entré, lo golpeé a él (por Bertotti), luego a la chica y después me fui”, dijo entonces.
La defensa solicitó que no se incorporen como prueba las declaraciones que Bertotti hizo como testigo. Luego de un largo debate el jurado rechazó en forma unánime la solicitud debido a que cuando fueron obtenidas, aún no pesaba persecución penal sobre él.
Luego se presentó como prueba la filmación de la cámara de seguridad de la empresa Codini, ubicada frente al domicilio de Urquiza 94, en la que se observa a Bertotti descender de su auto, entrarlo al garaje y cerrar el portón, sin que aparezcan otras personas en la escena.
También se mostró el video de un reportaje de Santo Biasatti con el médico forense Mario Vignolo, quien realizó la autopsia sobre el cuerpo de Vercesi y su hija en gestación. Luego declaró como testigo el policía de la División Investigaciones Luis Díaz, quien tuvo a su cargo los primeros análisis del lugar del hecho y sus derivaciones. Allí la defensa intentó demostrar contradicciones, sin éxito, en las cuatro exposiciones que realizó el oficial.
A las 17.30, las partes y los acusados se trasladaron a la vivienda que ocuparon los Bertotti hasta el día del asesinato. Hicieron un reconocimiento y reconstrucción del hecho donde Forti aportó precisiones sobre los lugares que transitó.
Tensión en la casa. Alrededor de un centenar de vecinos se aglutinó en el frente de la vivienda y observaron en silencio el procedimiento. Durante el descenso de los acusados de la combi del Servicio Penitenciario de Córdoba, la madre de Natalia, Rita Ercole de Vercesi, voceó desde el vallado: “Asesinos. Los dos son culpables”. Al salir también la acompañaron los vecinos: “Para qué tanto juicio, lárguenlos y nos ocupamos”.
Para la audiencia de hoy se espera la declaración de siete testigos de una causa conexa de Forti y durante la tarde, expondrán los padres de la víctima.