Fue el primero de los futbolistas que pegó la vuelta desde Europa para apuntalar la nueva etapa deportiva e institucional del club del Parque. Fue uno de los que puso el hombro dentro de la cancha cuando prácticamente había que reinventar a Newell’s, ya que hace cuatro años el propio Guillermo Lorente al asumir la presidencia definió a la situación del club similar a la de “Kosovo”. Y a pesar de todo, Lucas Bernardi no dudó en volver a ponerse la camiseta que lleva en la sangre. Por juego, temperamento y espíritu de grupo siempre es un líder cuando rueda la pelota y porta la cinta de capitán con la misma naturalidad con la que se sienta a la mesa de un bar a tomar un café. Con ideas claras, enfático y reflexivo, el volante repasó el pasado, destacó el 2012 espectacular que tuvo el equipo y confió lo que tiene pensado para su futuro personal. “Si pensamos de dónde veníamos la campaña fue impresionante”, aseguró.
Bernardi disfruta de las vacaciones con la tranquilidad del deber cumplido. Aprovecha para compartir cada momento junto a su esposa y sus hijas. Tampoco faltan los asados con los amigos que conserva desde hace muchos años. Está tranquilo y contento por el saldo más que positivo del año que termina. Distendido y relajado entabló un extensa charla con Ovación. Más de una vez repitió que prefiere el diálogo franco y frontal, algo que lo llevó a alejarse por ejemplo de las redes sociales “porque si bien son una herramienta muy buena, también se pueden usar para hacer mucho daño”. Tras el primer sorbo de café el capitán leproso empieza a desandar el camino de las respuestas.
—¿Qué balance global hacés del año de Newell’s?
—El 2012 fue muy bueno en los dos semestres. Para el club en sí mismo lo fue. Después de un 2011 muy malo, lo que hicimos esta temporada nos deja muy contentos y tranquilos. Fue muy positivo. Terminamos un gran año y estamos más que satisfechos.
—¿Disfrutaste mucho del 2012?
—Este año fue muy bueno. Obvio que el resultado ayudó a disfrutarlo más. Pero también disfruté mucho la forma, el juego que teníamos. El hecho de intentar jugar bien y con la convicción que lo hicimos, tomando riesgos y no renunciando nunca a nuestro estilo. Tratamos de jugar verdaderamente al fútbol. Y por suerte se dio con resultados. Yo lo disfruté y también lo disfrutaron todos los hinchas. Esto ayuda a que el público se sienta más tranquilo y pueda disfrutar. Hoy lo hinchas no disfrutan de los partidos. Y en algún punto logramos que todos disfrutáramos de este momento futbolístico.
—Se viene la Copa. Sabes que es un torneo muy especial para los hinchas de Newell’s porque el club estuvo muy cerca de ganarla en dos oportunidades. Igual pronosticar ahora si se puede ganar cuando ni empezó la pretemporada parece un poco prematuro.
—Ojalá nos encontremos dentro de siete meses y te pueda decir que hicimos una buena Copa. Nosotros estamos contentos porque jugás contra los mejores. El sólo hecho de que Newell’s vuelva a jugar contra los mejores del continente es muy bueno. Si pensamos de dónde veníamos, para todos esto es algo impresionante. Volver a instalar el nombre del club fuera del país es muy bueno. Y que un montón de chicos del club participen de la Copa está bárbaro porque cuando la conocés después la querés jugar siempre. La mayoría del plantel creo que no la jugó, salvo algunos. Y todo genera que el otro año quieras volver a estar y para eso hay que ganar muchos partidos en el torneo local. Ojalá podamos hacer un círculo de buenas campañas.
—¿Jugar además el torneo doméstico y la Copa Argentina les puede pasar factura en el promedio?
—Habrá que estar pendientes de todo. Para nosotros era importante ganar los puntos de los últimos partidos. Son tres competencias y habrá que afrontarlas dando el máximo para llegar lo más lejos posible. Después se verá cómo responde el equipo y se tomarán decisiones.
—¿Imaginabas que iban a remontar tan rápido el promedio porque empezaron últimos con Independiente?
—La verdad que no. Obviamente que en este último torneo teníamos la base de la idea futbolística del semestre anterior. Es como que en agosto arrancamos con más confianza, aunque en la tabla del promedio estábamos más abajo. El primer semestre fue durísimo. Igual ahora no pensábamos que íbamos a conseguir la diferencia que logramos. Pero esto no se termina ahora. Hay que tener la cabeza bien puesta en el torneo para no dejar puntos porque en ese caso sí vamos a sufrir. Ojalá que tengamos otro año igual.
—¿Cuál fue la idea que más te llegó del primer contacto que el grupo tuvo con Gerardo Martino?
—Que estaba totalmente convencido de que nosotros podíamos hacer lo que hicimos. Y jugar de esta manera. La verdad que yo tenía muchas dudas por todo lo que nos había pasado. De donde veníamos era difícil de imaginar. Pero me sorprendió la seguridad del DT. Eso fue lo que me marcó más. Teníamos la cabeza muy complicada por lo que nos había pasado y logró plasmar lo que él estaba totalmente convencido.
—En el último fin de semana fue muy traumática la salida de los jugadores de Independiente. Ustedes el año pasado también fueron varias veces reprobados por algunos hinchas.
—Sin dudas nosotros vivimos situaciones similares a las que hoy padece Independiente. Lamentablemente eso pasa y a nosotros nos pasó, como a San Lorenzo, River y Unión. Es lógico que a veces los hinchas estén disgustados por la producción de algún equipo, pero ya cuando se pasa el límite es otra cosa. Esto creo que no es bueno para nadie. Sobre todo para una liga como la argentina que es tan reconocida. Es una muy mala imagen. Pero lamentablemente es la realidad que se vive cuando los resultados no se dan.
—¿Cómo viviste aquellos reproches? ¿No debe ser lindo que los hinchas te insulten?
—Te da bronca. Estás en un momento donde a veces es muy difícil ver la salida. Sobre todo porque el problema se traslada al entorno familiar. En mi caso con mi señora, con las nenas y mis viejos. Es como que no podes encontrar la solución y no sabes qué decidir. Es un momento complicado. Nuestro trabajo es público y a veces hasta te cuesta salir a la calle. Son cosas que no tendrían que pasar, pero pasan. Sinceramente yo no me quedaba en mi casa. Trataba de hacer la vida lo más normal posible. Aunque sufrís mucho por el entorno familiar.
—Hace unos años en Newell’s o ahora en Independiente asumieron dirigencias que tratan de sanear el club y transparentarlo. Pero si los resultados no se dan los hinchas no se conforman con las mejoras institucionales y se exasperan.
—Al hincha lo institucional le importa hasta el punto del resultado. Mientras el resultado no te pase factura el hincha soporta, apoya y banca. Cuando ve que el resultado está mal, da la sensación de que no importa más nada. Sólo importa mantener la categoría. Es lógico que se pretenda que el equipo del que se es hincha siga en primera, pero todo lo otro parece que no existiera. Si conducís bien el club o no, si haces bien las cosas o no. No sé si estas son las reglas de juego, pero son las que están instaladas. Tampoco sé si el futbolista lo asume. Lo que pasa es que si el futbolista no lo asume va en contra del sistema. Son pocos los jugadores que se rebelan ante esta situación. Porque se quedan solos. ¿Quién instaló estos parámetros?, no sé. Hasta parecen cosas lógicas y normales, pero no deberían serlo. En nuestra sociedad y nuestro fútbol las aceptamos. Públicamente lo acepto porque supuestamente son las reglas de juego, pero en lo personal no considero que sea así.