Berlusconi se aferra al cargo ante fuertes rumores sobre su renuncia

Silvio Berlusconi resiste en el cargo, recurriendo a una nueva moción de confianza en el Parlamento, pese a que en Italia se extiende la certeza sobre el fin de su ciclo político. Ayer dos periodistas muy cercanos al premier anticiparon que renunciaría en cuestión de horas, lo que llevó a Berlusconi a desmentir esa versión y anunciar que impondrá una moción de confianza cuando el Senado vote esta semana el paquete de medidas de ajuste exigidas por la Unión Europea. Pero el fin de Berlusconi podría llegar antes: hoy en la Cámara de Diputados habrá una votación sobre el gasto presupuestario, en la que la coalición oficialista podría sufrir una dura derrota, lo que ratificaría que el premier ya no tiene mayoría parlamentaria para gobernar. Si bien la votación no estará en principio sujeta a moción de confianza, la oposición podría plantear esa alternativa en caso de tener la certeza de una dura derrota oficialista.

"No renuncio. Mañana (por hoy) se vota la rendición de cuentas del presupuesto en la Cámara baja, luego impondré la confianza (en en Senado) sobre las medidas presentadas a la UE. Quiero verle a la cara a quien intente traicionarme", declaró dramáticamente Berlusconi luego de una reunión con sus hijos en su mansión de las afueras de Milán. Las versiones de renuncia llegaron de dos periodistas de reconocida afinidad con Berlusconi y su partido PDL. En una columna, el analista Giuliano Ferrara, quien fue ministro del Cavaliere, dijo: "Que Berlusconi esté por ceder, es ya un hecho. Se trata de horas, alguno dice de minutos", y luego explicó cómo ocurrirían las cosas: "Berlusconi se presenta a las Cámaras, pide la confianza (para las medidas acordadas con Europa), anuncia que dimitirá un minuto después y pide elecciones para enero". Se le sumó Franco Bechis, vicedirector de Libero, publicación partidaria del gobierno. En Twitter adelantó: "Tengo noticias confirmadas, Berlusconi renuncia antes de mañana a la mañana. Su partido le había pedido hacerlo hoy, pero él dijo que no porque tenía compromisos privados en Milán". Esos "compromisos" eran la reunión de Berlusconi con su familia, donde se decidió la negativa del premier a renunciar y su apuesta por la moción de confianza en el Senado. El domingo, confirmando un clima de disolución de la coalición oficialista, el ministro de Interior, Roberto Maroni, número dos de la Liga Norte, comentó: "Es inútil insistir, esto está terminado", mientras se sumó otra defección de un diputado oficialista, la de Gabriella Carlucci, una figura conocida del berlusconismo ahora pasada al partido centrista UDC.

Con las últimas deserciones, Berlusconi ya no lograría hoy los 316 votos en la Cámara baja para asegurarse la mayoría, sobre 630 escaños. La rendición de cuentas que se votará fue derrotada en Diputados el 11 de octubre pasado, lo que forzó a Berlusconi a pedir una moción de confianza tres días después. Los últimos cálculos le dan 314 votos, pero según el diario opositor La Repubblica, "al menos 15/20 diputados no tienen aún idea de qué harán. No se excluyen nuevos cambios de camiseta, y la mayoría (de Berlusconi) podría descender ulteriormente, o incluso encontrarse derrotada por una veintena de votos". En este último caso, la oposición podría presentar, si está segura de ese resultado, una moción de censura en Diputados. Si la gana, Berlusconi caerá automáticamente.

En cuanto a la votación sobre las medidas prometidas a la UE en la cumbre de Cannes de la semana pasada, y sobre las que ayer Berlusconi prometió imponer la moción de confianza, su aprobación parece condicionada al apoyo de la oposición. En la comisión de Presupuesto de Diputados el oficialismo ha perdido mayoría, y por esto la denominada "ley de estabilidad", que incluye las medidas de ajuste, quedó en manos de la oposición. Pero los problemas se extienden al Senado, donde la presentación de las iniciativas prometidas en Cannes aún no se concretó. En el balneario francés, Berlusconi se había comprometido a iniciar este lunes el trámite parlamentario del paquete de ajuste en la Cámara alta. Ahora esperará el resultado de la votación de hoy en Diputados, como declaró al rechazar los rumores de renuncia. Además, si el oficialismo logra la media sanción en el Senado mediante la moción de confianza, la iniciativa llegará a la Cámara baja "antes de fines de noviembre", según La Repubblica.

Gobierno "técnico". Sectores del oficialismo apuestan a una "mayoría ampliada" que vote las medidas de ajuste y guíe el país a elecciones anticipadas, probablemente en enero. Es una opción que no gusta a los mercados, dado que, según sondeos, ganaría la oposición de centroizquierda. Esta, con un liderazgo débil y un electorado dividido entre moderados y radicalizados, presentaría casi los mismos problemas de falta de ejecutividad y litigiosidad interna de la coalición de Berlusconi. Por eso los medios financieros apuestan por un "gobierno técnico" que imponga las medidas de ajuste y reformas estructurales como privatizaciones, y que recién después se vaya a elecciones, tal vez en 2013.