Banega formó parte del circuito

Ingresó último en la fila, detrás del Patón Guzmán. Sereno, con la cabeza erguida y paso elegante. Llegó al centro del campo y levantó las manos, como agradeciendo al cielo. Enseguida se puso en movimiento, con el 19 en las espalda como nueva marca registrada, y en cada pique despertaba cantos tribuneros con su nombre. Así fue la salida de Ever Banega como jugador de Newell’s, apenas pasadas las 18. Así fue la presentación en el Coloso que le cumplió ese sueño que tanto guardó.

   Cuando se ubicaron para el saludo oficial de los equipos, se paró entre Casco y Villalba, y su saludo más sentido lo tuvo con Gago, con quien fue compañero en Boca y comparte la selección.

   Banega jugó todo el partido y demostró su calidad de jugador de selección. Se lo vio en forma y participó activamente del circuito futbolístico rojinegro. Aportó toque, habilidad, cambios de frente y capacidad de asociación para darle volumen a cada iniciativa. Hasta se animó a ejecutar tiros libres.

   Comenzó tirado a la izquierda, pero a lo largo del encuentro varió mucho de posición con Bernardi. Esa movilidad puso en aprietos a los volantes rivales. Su principal hilo de complicidad lo tejió con Maxi Rodríguez, y ese parece ser el saldo más favorable de la igualdad de ayer. Empieza a formarse una sociedad que puede dar muchos dividendos.

  A los 4’ tuvo una de las intervenciones más interesantes. Lideró un extenso contraataque y se la sirvió limpia a la derecha a Figueroa, quien estuvo muy cerca de abrir la cuenta. Quizás, en el casillero de las cuentas pendientes se le puede subrayar que no llegó demasiado al área rival. Si sus movimientos logran más profundidad, Newell’s generará más peligro.