“Sabemos que hay docentes que faltan por faltar”. La afirmación es de la ministra de Educación de Santa Fe, Claudia Balagué. Llegó luego de considerar que la problemática del ausentismo en el magisterio es compleja. Al respecto mencionó que desde su cartera se está trabajando con un equipo de trabajo “de investigación-acción”, dirigido por el consultor Carlos Altschul. Por otra parte, habló de la articulación entre los planes Vuelvo a Estudiar y Progresar que tienen como metas que los jóvenes vuelvan a las aulas.
—En las paritarias reapareció el debate por el ausentismo docente. ¿Qué visión tiene sobre esta problemática tan compleja?
—Realmente es una problemática compleja, que hay que abordar desde varios lugares para analizar qué está pasando con el ausentismo, que es real. No estamos de acuerdo con el plus del presentismo, porque ya hemos tenido esta experiencia en la provincia durante los gobiernos de Reutemann y Obeid. Los datos que tenemos con esos años y ahora muestran que no hay diferencias significativas. Hoy estamos ante el 14,16 por ciento de ausentismo. Siempre ha estado en los dos dígitos, con o sin presentismo. Ahora bien, tenemos un primer análisis que es numérico, pero pensamos que hay que verlo como un tema de fondo. Para eso hoy estamos trabajando con el profesor Carlos Altschul que tiene todo su equipo de la UBA y que abordan esta problemática. Es todo una tarea de investigación-acción, donde a través de análisis, encuestas, reuniones estudian por qué se dan esos niveles de ausentismo y por qué son tan diferentes. Porque cuando uno lo analiza región por región, escuela por escuela, los niveles difieren. Este es un trabajo que estamos abordando desde el 2013, fundamentalmente a través del trabajo con los supervisores para ir abordando las distintas regiones y ver qué esta sucediendo.
—¿Qué es lo primero que aparece de ese estudio?
—El primer reclamo es en algunos casos las horas de trabajo, en otros los niveles de conflictos interpersonales en la misma institución. Algo que requiere un abordaje muy particular con la labor de convivencia escolar para que contribuya a que el docente se sienta integrado, cómodo y pueda desarrollar su tarea en una mejor situación laboral. Es una problemática que es hasta diferente por escuela. Por eso decimos que requiere un abordaje desde los supervisores, porque es bastante puntual y muchas veces está entre las relaciones interpersonales docentes-autoridades-chicos-padres.
—¿Se trabaja este estudio con los gremios docentes?
—Con los gremios venimos trabajando y charlando en paritarias. No este estudio en particular, pero sí hemos abordado de manera genérica el tema. A veces ellos piensan en viejas estrategias como eran los gabinetes psicopedagógicos. Nosotros creemos que es cuestión de charlar. Pero en paralelo sabemos que hay docentes que faltan por faltar, esto tampoco lo podemos negar, para lo cual estamos estimulando aún más las auditorías, tanto médicas como administrativas, sobre el uso de licencias. Estamos trabajando más intensamente aquí.
—Se están articulando los planes Vuelvo a Estudiar (provincial) con el Progresar (nacional)? (ambos para recuperar estudiantes en las aulas).
—Sí, se están articulando y son totalmente complementarios. Para nosotros es muy interesante que haya una beca para los chicos. Por nuestras estadísticas, la mayoría del Progresar son los que ya están en el sistema educativo y los que recuperamos por el Vuelvo a Estudiar. Buscamos que tengan la beca de Nación. En ese sentido son totalmente complementarios.
—¿Se manifestó en un aumento de la matrícula esta articulación?
—Sí, lo tenemos cuantificados, aproximadamente son 8 mil chicos más.