La muerte de un operario de 19 años en una obra cloacal de Granadero Baigorria dejó al descubierto lo que prima facie serían serias irregularidades en cuanto al trabajo que se realizaba dentro del predio de la Ciudad Deportiva de Rosario Central. No se encontró denuncia de inicio de obra a la ART, no se recibió tampoco el anuncio en el Ministerio de Obras Públicas de la provincia, los trabajadores tendrían jornadas laborales de 12 horas, faltaba información en planos sobre la existencia de un desagüe o cámara séptica, los taludes no estaban apuntalados y los materiales de seguridad no habrían sido los adecuados. Tales son algunas de las anomalías que por estas horas analiza el Ministerio de Trabajo provincial.
La información fue proporcionada a LaCapital por el mismo titular del área, Carlos Rodríguez, quien anunció la paralización de la obra y el inicio de los correspondientes sumarios administrativos. Mientras tanto, el caso también recayó en la Justicia, a manos de la jueza Correccional Nº 1, Georgina Depetris (ver aparte).
En la misma sintonía que el titular del área, la viceministra de Trabajo, Nora Ramírez, aseveró que la construcción se ha convertido en una actividad de "alto riesgo" en materia de accidentes, llamó a "reforzar la responsabilidad de las empresas, sobre todo cuando se hacen tareas de riesgo, y advirtió que "se investigará hasta las últimas consecuencias".
Mario Ares estaba trabajando anteayer dentro de una zanja en una obra cloacal dentro de la Ciudad Deportiva de Central cuando la pared de tierra de la excavación cayó sobre él y literalmente lo sepultó. Fue pasado el mediodía. Más de cuatro horas llevó retirar su cuerpo sin vida, en una tragedia que enlutó a toda la ciudad. Después del dolor, comenzaron las investigaciones, la búsqueda de responsables y empezaron a desnudarse las condiciones en las que tanto Mario como sus compañeros trabajaban.
Ante esto, la organización Manos a la Obra, que pelea por mejores condiciones laborales en la construcción, convocó para hoy, a las 11.30, a una junta de firmas frente a la sede local de la Gobernación para reclamar "por una ley de seguridad laboral que considere realmente la prevención". El referente de la ONG, Narciso Canteros, definió las tragedias en el sector como "un Cromañón en cámara lenta" (ver página 16).
Las versiones. En diálogo con este diario, Rodríguez reprodujo también "la versión de los propios trabajadores" en el sentido de que "tenían jornadas de 12 horas diarias, con sólo 30 minutos para almorzar, y una cuota diaria de avance. La víctima recién se reincorporaba de otro accidente, y sólo había hecho tareas de pavimentación, por lo que no tenía experiencia en excavación. Sabemos que había un estímulo por apurar el ritmo de la obra por demoras anteriores", abundó. No obstante, y frente a este último punto, el intendente de Granadero Baigorria, Alejandro Ramos, negó que hubiera premura en los plazos.
Rodríguez también especuló que el accidente podría haber tenido relación con un desagüe o cámara séptica en ese lugar, de lo que aparentemente no había información. "Los taludes no tenían apuntalamiento, no estaba delimitado el sector de obra, los arneses de los trabajadores son de línea y no de cuerpo completo para actuar frente a una emergencia así, y por eso la línea de vida que tenía vinculado al accidentado se desprendió", dijo, y enumeró: "No sabemos si había estudios de resistencia de taludes, no encontramos que hubiera señalizaciones, no hemos podido constatar que tuviera certificado de cobertura de ART, ni constancia de capacitación de los operarios. Había realmente una suma de problemas".
"No había premura". Por su parte, el intendente Alejandro Ramos manifestó la necesidad de determinar las responsabilidades en el hecho. No obstante, el mandatario negó de plano que el municipio haya tenido premura en la realización de la obra que la Municipalidad realizaba con aportes nacionales para la conexión de los barrios Los Naranjos y Paraíso.
La aclaración vino a cuento de lo que manifestaran los trabajadores, en el sentido que desde la empresa exigía entre 50 y 60 metros de zanjas por día, con una jornada laboral de entre 11 y 12 horas diarias. “No había premura por parte del municipio ya que es una obra que venía desarrollándose normalmente, tenía aproximadamente un mes y medio de ejecución, y desconocemos cuáles eran las directivas desde el punto de vista del sector privado”, remarcó Ramos.
Con respecto a las circunstancias que rodearon al hecho, sostuvo que “hubo errores y responsables también”, y aclaró que “desde el municipio se va a aportar todo lo necesario para que la Justicia determine a quién le competen las responsabilidades. Nos hemos puesto a disposición de la familia y he instruido a los equipos técnicos y legales del municipio a fin de que aporten toda la documentación para que tanto la Justicia como el Ministerio de Trabajo de la provincia puedan determinar el grado de responsabilidad de la empresa contratista ante el lamentable hecho”, le dijo finalmente a La Capital. l
Para la Justicia, es un homicidio culposo
La jueza Correccional Nº 1 en turno, Georgina Depetris, caratuló como homicidio culposo la tragedia que anteayer le costó la vida a Mario Ares, de 19 años, en una obra de cloacas que se realizaba en la Ciudad Deportiva de Rosario Central, aunque al cierre de esta edición no se tenía conocimiento de que hubiera algún imputado.
La Capital intentó sin éxito comunicarse con la magistrada. No obstante, y según trascendió, Depetris realizó una inspección en el lugar y dijo que se busca establecer si los trabajadores de la obra manejaban un protocolo sobre cómo actuar ante un accidente de las características del que se cobró la vida de Ares. l
"¡Sacalo!"
“¡No tenemos nada, sacalo por favor!”. Estas fueron las palabras con que el encargado de la obra recibió a uno de los primeros rescatistas que llegaron el martes a la Ciudad Deportiva de Rosario Central, adonde bomberos, policías y efectivos de Defensa Civil acudieron al llamado desesperado de auxilio. El testimonio de uno de los que colaboraron en la búsqueda y que mantuvo su nombre en reserva confirma la falta de elementos en el lugar: “Cuando llegamos, los compañeros gritaban y lloraban al costado de la zanja. Lo primero que hicimos fue preguntar quién era el encargado, le pregunté si tenían tarimas para amurar las paredes y me dijo: «No tenemos nada, sacalo por favor»”.
“Estas tragedias son un Cromañón en cámara lenta”
“Esto es un Cromañón en cámara lenta”. La frase, contundente, salió de boca de Narciso Cantero, referente de la ONG Manos a la Obra que pelea por mejores condiciones laborales en la construcción, al referirse a la muerte del obrero que hacía trabajos de cloacas en Granadero Baigorria.
En una charla con La Capital, anunció además una convocatoria para hoy, a las 11.30, frente a la sede local de la Gobernación, donde firmarán un petitorio para pedir que se declare la emergencia en salud e higiene laboral.
La cara más visible de Manos a la Obra recordó que habló con dos operarios que salieron y decían que no estaban dadas las condiciones y que a la mañana habían pedido materiales para hacer el entubado, que no les fueron provistos.
Comités mixtos. Cantero denunció también que “la ley de comités mixtos no se cumple y puede ser una pantalla”. Por eso estamos peleando por una ley que combata los accidentes laborales desde la prevención. Acá la plata no es problema, los empresarios tienen dinero, por eso hay que buscar otras formas de hacer que la variable no continúe siendo la seguridad laboral de los trabajadores”, dijo a este diario.
Y para abundar, comparó “metafóricamente” las tragedias en la construcción con el episodio del boliche Cromañón, el 30 de diciembre de 2004, cuando murieron 194 personas. “Lo relacionamos porque en la construcción perdemos año a año compañeros por la improvisación. Aquí se hacen los desentendidos del tema, pero a la hora de hacer prevención los trabajadores continúa siendo la variable de ajuste.
En tanto, cargó contra el Ministerio de Trabajo de la provincia que, a su juicio, no hace prevención “y después sale a clausurar obras por sonseras, como que la puerta del baño del obrador no cierra. Ahora quieren justificar su presencia, cuando sabemos que el Estado está ausente. El ministro (de Trabajo de la provincia, Carlos) Rodríguez podrá tener mucha experiencia en la materia, pero no tiene apoyo de las autoridades ni tampoco los cojones para imponer las medidas que se tienen que imponer”, acusó sin tapujos.
Controlar, asesorar y garantizar el cumplimiento
El abogado laboralista Arturo Marchesi consideró ayer que las ART “tienen que tener un control permanente: no solamente asesorar al empleador acerca de cuáles son las medidas de seguridad que debe adoptar, sino también estar presentes para que se cumplan, supervisar, y que el trabajador tenga los elementos de seguridad”.
En tanto Carlos Vergara, delegado normalizador de la Uocra, apuntó a la falta de responsabilidad de las empresas que trabajan sin cumplir las normas de seguridad y sólo lo hacen cuando llegan los controles.
“En Rosario hay alrededor de 1.500 obras, tenemos un registro de 22 mil trabajadores aportantes, supongamos que lo dividimos en 400 empresas, nosotros no podemos tener 400 inspectores para cada obra. Antes la Uocra tenía 22 delegados y ahora tiene 106, lo cual es importante para que crezca el control de los trabajadores”, detalló el dirigente gremialista.
Responsables. Vergara señaló que en el caso del joven que falleció ayer por un desmoronamiento en una obra en Granadero Baigorria, “la responsabilidad principal es de la empresa. Después es la ART que les tiene que dar una charla y estar presente cada 20 días más o menos en la obra, sobre todo cuando hay trabajos de riesgo como éstos.
Además la Superintendencia de Trabajo también tiene que actuar en Rosario empezando a revisar todas las obras”, reveló dando cuenta de la cadena de responsabilidades.
“Todos somos responsables de distintas cuestiones de la accidentología del trabajo y cuidar los derechos del trabajador para que no se accidentes. Los trabajadores tienen posibilidad de participar en acciones colectivas del gremio y de comisiones mixtas, no en cambio de acciones individuales ya que en general pueden poner en riesgo su trabajo”, dijo.
!”¡Sacalo!"