Rufino.— “Le decimos al gobernador y a la presidenta de la Nación
que tenemos paciencia, pero que se agota. No estamos dispuestos a perder más vidas de Rufino, de
Venado, de Firmat de Rosario, todo tiene su límite y ese límite se está agotando”, dijo el
intendente de esta ciudad, Jorge Giordano, en referencia a la reciente muerte, en un trágico
accidente, de Walter García, presidente del Centro Comercio e Industrial e impulsor de la autovía
Rufino-Rosario.
El discurso de Giordano fue uno de los más duros de una jornada en la
que unas 200 personas, en un clima de mucha indignación por lo ocurrido, se reunieron en el acceso
a esta ciudad en un enérgico reclamo por la concreción de la autovía.
Participaron del acto el senador departamental Ricardo Spinozzi, el
intendente venadense José Freyre, jefes comunales, ediles, el titular de la Comisión Pro Autovía,
Ovidio Buttani, y Natalio Lattanzi, otro promotor del proyecto vial, quienes expresaron su
desilusión ante el incumplimiento de la recordada frase: “Hoy anunciamos las licitaciones de
3 tramos de la ruta nacional 33 entre Rufino y Rosario, una obra que seguramente inaugurará
Cristina como presidente”, que el 13 de julio de 2007 pronunció el entonces presidente Néstor
Kirchner.
La tragedia golpeó otra vez a los rufinenses en la fatídica ruta 33 con
la muerte de García en un accidente sobre esa vía nacional a la altura de Sancti Spíritu, en el que
además fallecieron su esposa y otros tres pasajeros.
La nota dramática la dio la presencia del hijo de García, Daniel, quien
declaró sin medias tintas: “Tengo ganas de agarrarlo contra la pared y cagarlo a trompadas
(en implícita referencia al ex presidente), porque con todo lo que hacía mi papá por la autovía
terminó falleciendo en la misma ruta 33”, y agregó: “Mi presencia —aparte de
expresar la bronca— es por la falta de credibilidad que tiene el gobierno, por no cumplir las
promesas”.