A las críticas lanzadas por el Sindicato de Trabajadores Municipales, que
sostuvo que el sistema de salud municipal está "al borde del colapso" y pidió la incorporación de
300 trabajadores en los hospitales públicos, ahora se sumó un nuevo reclamo. Esta vez las voces se
alzaron desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) e hicieron foco en las condiciones del
Hospital Roque Sáenz Peña. En ese efector "faltan médicos, enfermeros, mucamas, camilleros,
personal administrativo, de cocina y una morgue decente", enumeraron.
Reducción. La junta interna de los trabajadores de la salud de ATE utilizó como
disparador una nota de LaCapital que dio cuenta de las demoras en la inauguración de la sala de
guardia del Roque Sáenz Peña, que debía estar funcionando desde octubre de 2008.
"Lo que se intenta ocultar a la opinión pública es que la política del Ejecutivo
es recortar presupuesto en el área de salud, y el Sáenz Peña es un ejemplo. Faltan médicos,
enfermeros, mucamas, camilleros, personal administrativo, de cocina, de vigilancia y de
mantenimiento. No hay una morgue decente, y falta una salida de emergencia para los internados en
las salas de clínica", aseguró ATE.
"Las necesidades están lejos de ser cubiertas. El personal de vigilancia se
redujo en un 50 por ciento, en mantenimiento había 16 y quedan 5, y las mucamas se redujeron en más
de 20. Con ese panorama, todos los eslabones de la cadena del sistema se resienten, desde el que da
el turno, pasando por el paciente hasta los médicos", describió el psiquiatra referente de ATE en
ese efector, Pedro Fernández.
También dijo que los centros de atención primaria "están atomizados. No tienen
insumos ni personal y trabajan en condiciones precarias", aseguró.
Las críticas a la gestión de salud se desencadenaron el viernes en el Hospital
de Emergencias Clemente Alvarez, donde los empleados protestaron ante la "situación de desborde"
por falta de personal y recorte de horas extra. "Ese panorama alcanza a todo el sistema", sostuvo
el secretario adjunto del sindicato municipal, Antonio Ratner.
El dirigente pidió la incorporación de entre 250 y 300 trabajadores. Recordó que
el Hospital Carrasco está en una situación "delicada" y que el Sáenz Peña "no abre su guardia por
falta de personal".
Rápido de reflejos, el intendente Miguel Lifschitz respondió que la protesta de
los municipales "tenía una clara intencionalidad gremial" y recordó que el presupuesto 2009 se
reforzó en 40 millones de pesos. Por su parte, el secretario de Salud, Luis Dimenza, negó que
hubiera un colapso del sistema sanitario.
Todos lo sienten
Los trabajadores de la salud nuecleados en ATE advierten que el recorte de
presupuesto como horas extra, personal o insumos, afecta todo el sistema. "Las consecuencias están
a la vista: deterioro de la oferta y la calidad de atención a la población y sobrecarga laboral de
los trabajadores de la salud", remarcaron.