Un conocido abogado de la ciudad y su hijo fueron abordados la tarde de ayer por al menos dos hombres que, luego de trabarse en lucha con el profesional, lograron robarle un maletín con una suma de dinero cuyo monto no trascendió. Ocurrió en el macrocentro de la ciudad y a metros de donde un patrullero de la policía santafesina está apostado para custodiar el domicilio de un funcionario provincial.
El hecho sucedió alrededor de las 14.30 en Mendoza al 2500. A esa hora un Ford Focus patente KLM643 propiedad del abogado Marcelo B. estacionó detrás de un contenedor de basura, sobre la vereda de los número impares. El letrado estaba en compañía de su hijo, un joven de unos 25 años que descendió del vehículo por la puerta del acompañante portando un maletín mientras su padre hacía lo propio y portando otro ataché pero por la puerta del conductor.
En ese instante algunos testigos dijeron haber visto un auto Honda Fit de color verde del cual descendieron al menos dos hombres. Uno de ellos, que portaba un arma de fuego en la mano, se puso a la par del abogado Marcelo B. y se le tiró encima con el fin de robarle el maletín, pero el profesional respondió empujando a su agresor, quien trastabilló y cayó por un segundo en el asfalto.
En tanto, el hijo de Marcelo B. quedó observando la escena a un costado. Mientras su padre intentó escapar de la situación empujando al ladrón y cruzando calle Mendoza a la carrera, prácticamente saltando entre los autos que circulaban por la arteria hacia el centro. Pero el agresor no se rindió y luego de una corrida finalmente pudo arrebatarle el maletín al abogado mientras este corría por la vereda y evitaba que el disparó que le descerrajó el delincuente no diera en su cuerpo.
La víctima, al correr entre autos y transeúntes, zigzagueó para evitar las balas mientras el ladrón le gritaba "algo inintelegible", según relató un testigo ocasional. Una vez que el malhechor logró aferrar el maletín salió a las disparadas en dirección al este por Mendoza y se subió al Honda Fit que lo aguardaba en la vereda de enfrente para perderse por las calles.
Llegaron tarde. En el marco de la persecución y el tiroteo, los vecinos llamaron por señas y desesperadamente a un móvil policial que se encuentra permanentemente en la otra cuadra, en Mendoza al 2600 y tiene como función custodiar en forma permanente a un funcionario provincial. "Los lamamos y se acercaron corriendo, pero cuando estos policías llegaron y desenfundaron sus armas ya todo había terminado. El robo no llegó a durar un minuto, fueron segundos ", expresó un vecino que vio toda la escena.
Por su parte Marcelo B., quien tiene su estudio y una oficina inmobiliaria a pocos pasos de la otra esquina, precisamente en Mendoza y Pueyrredón, quería perseguir al ladrón aunque el malviviente ya había desaparecido de la escena. Fueron los vecinos los que socorrieron al abogado mientras estaba en estado de shock luego de la persecución y lo desalentaron de proseguir en la búsqueda de su agresor .
"Estaba muy asustado y después de estar como diez minutos sentado reaccionó sobre lo que podría haberle pasado. Tanto él como su hijo pedían agua para tranquilizarse", sostuvo uno de los vecinos que presenció lo ocurrido.
Si bien tanto los pesquisas policiales como quienes lo asistieron le preguntaron al abogado si había dinero en el maletín que le sustrajeron, éste optó por manejarse con evasivas y al menos a sus vecinos no les confesó que llevaba. Lo que dio la pauta de que en el ataché había algo importante fue la actitud de Marcelo B., la de empujar a quien se le abalanzó y casi defender la maleta con su vida.
"Le tiraron al menos cinco tiros, pero no hirieron a nadie", comentó un comerciante. Pero en realidad sólo se encontraron dos vainas servidas de una pistola de grueso calibre.