Asesinan a un joven y demuelen la casa del sospechoso

Santa Fe.— El homicidio de un joven de 17 años, ocurrido la mañana de ayer en barrio Barranquitas, disparó una protesta vecinal que incluyó el corte del ingreso a la ciudad por la autopista a Rosario y la demolición de la precaria vivienda en la que habitaba el acusado.

Jesús Apolinario Castillo fue asesinado de un tiro en el tórax poco antes de las 10 de ayer en una vivienda lindante con el terraplén Irigoyen, a la altura de calle Iturraspe. Veinte minutos más tarde ingresó muerto al hospital Cullen y, casi al mismo momento, sus familiares y vecinos enfurecidos cortaron la calle mientras demolían la vivienda del presunto homicida, quien permanece prófugo.

Según fuentes policiales, el homicidio fue el resultado de una airada discusión entre Castillo y su victimario, un vecino del humilde barrio de casitas rosas que se ve a la izquierda de la autopista cuando uno llega desde Rosario a Santa Fe. El lugar, escenario frecuente de ataques contras automovilistas que ingresan o salen de la ciudad, está casi siempre custodiado por un móvil policial. Sin embrago, según dijeron los testigos, a la hora del crimen no había uniformados en la zona.

En horas de la tarde, allegados a Castillo cortaron varias veces la autopista y luego fueron a la casa del sospechoso para hacer justicia por mano propia. La policía entonces logró poner a salvo de un linchamiento a los moradores del lugar pero no pudo impedir que los manifestantes le quitaran el techo de chapa, le arrancaran los tirantes y rompieran sus muros.

Al cierre de esta edición, voceros policiales aseguraron que había dos muchachos detenidos por el hecho aunque ninguno de ellos sería el autor material del disparo que mató a Castillo.