"En tres días la ciudad estará recuperando su fisonomía habitual". Así lo
aseguró ayer, en diálogo con LaCapital, el secretario de Gobierno, Horacio Ghirardi, a casi 24
horas de la tormenta que azotó la ciudad y que dejó un saldo de cuatro muertos, otra víctima fatal
que podría haber fallecido en un accidente postormenta, y una ciudad prácticamente en coma.
El funcionario puso sobre la mesa el detalle de lo actuado por parte de 170
operarios. Reconoció que "queda mucho por hacer" y, en ese sentido, pidió a los vecinos que, ante
cualquier emergencia, llamen al 103 o al 480-2292 de Defensa Civil. No obstante, aclaró que "ya"
(por hoy) comenzarán a normalizarse los servicios. Desde las 6, por ejemplo, se volverán a
recolectar los residuos domiciliarios, una actividad que había quedado ayer suspendida tras la
muerte de un recolector. También el transporte público comenzará a circular normalmente.
El lunes, a las 21, sin que el Servicio Metereológico Nacional lo anunciara,
ráfagas de viento del sector sur-suroeste de hasta 90 kilómetros convirtieron a la ciudad en un
pandemonio. La lluvia y el granizo no se hicieron esperar: a las 22 ya habían caído 46 milímetros.
Y a las 8.30 de ayer, momento en que finalmente paró de llover, se habían acumulado 87,7 milímetros
de agua; cantidad que dejó a gran parte de la ciudad semi inundada.
Ghirardi aseguró que fueron 50 los anegamientos temporarios registrados y que la
lluvia escurrió rápido. Dijo además que se denunciaron 73 cables cortados y hubo 400 llamados por
árboles y ramas de gran porte caídos (35 casos afectaron a viviendas, 9 a vehículos y 167
obstruyeron calzadas y veredas).
También volaron algunas chapas que hacían las veces de techos. "No fueron tantos
los casos registrados como en otras tormentas, pero los puntuales que hemos comprobado los estamos
atendiendo en cada Distrito", subrayó Ghirardi.
Al relevamiento del municipio hay que sumar las denuncias desde todos los
rincones de la ciudad por cortes de electricidad recibidas desde la Empresa Provincial de la
Energía (EPE). Allí confirmaron que 12 subestaciones se inundaron y 16 redes de media tensión
salieron de servicio. Además, por la caída de una línea de alta tensión de 500 mil voltios de la
empresa Transener, quedaron sin luz las localidades de Funes, Pérez, Soldini y Alvear.
La prioridad de la EPE era ayer reponer las líneas de media tensión, por lo que
sacó a la calle 17 cuadrillas. Colaboraron camiones, grúas hidroelevadoras y equipos que llegaron a
Rosario de otras poblaciones de la provincia.
Las cuatro muertes fueron sin dudas las que signaron la tragedia durante la
tormenta. Y hubo un fallecido tras sufrir un accidente mientras intentaba cortar ramas tras el
temporal. A esa cantidad se sumó otra, también lamentable, de 47 heridos atendidos por 10 móviles
del Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies).
Una de las peores situaciones se vivió en Sorrento y Provincias Unidas, donde se
estaba levantado una enorme carpa de la Iglesia Evangélica Santuario de Fe, que aún no contaba con
la habilitación municipal (ver página 6). Según los datos del Instituto Médico Legal, las víctimas
son Daniel Roberto Olmos, de 27 años, que falleció electrocutado y Luciano Gonzalo Escalante, de
sólo 14 años, quien murió de un traumatismo grave.
A eso se agregó el caso de Alberto Hugo Correa, un empleado de la empresa Cliba
de 26 años, que murió electrocutado mientras trabajaba en Juan Manuel de Rosas y Zeballos. Su
muerte generó ayer la decisión de suspender el servicio de recolección de residuos, por parte de
sus compañeros. La actividad se retomará en la madrugada de hoy.
La cuarta víctima fatal fue identificada como Ceferino Carlos Monzón, de 35
años, quien falleció también electrocutado en su vivienda de Juan José Paso y Banco Nación.
Mientras tanto, en el Instituto Médico Legal evaluaban realizar hoy la autopsia de Antonio
Maragliano, de 65 años, quien vivía en Estado de Israel 1933. Ingresó al Hospital Roque Sáenz Peña
a las 10 con traumatismos en rostro y cabeza, según confirmó el médico de guardia Javier Sosa. Sus
vecinos atribuyeron los golpes a un accidente ocurrido mientras cortaba ramas, después de la
tormenta.
Los heridos mostraron traumatismos diversos. "Por caída de altura y también con
heridas cortantes", enumeró el vicedirector del Sies, Juan Becerra. Los de mayor gravedad fueron
derivados a los hospitales Alberdi, de Emergencias Clemente Alvarez y Eva Perón, de Granadero
Baigorria. También en el Centenario permanecían internados Agustín Ramírez, un adulto que sufrió
politraumatismos graves cuando quiso retener una viga del techo de su casa que se desprendió y lo
arrojó por el aire, y dos mujeres, con traumatismo de cráneo.
La respuesta. "Aún no había terminado lo peor de la tormenta, el 70 por ciento
de la ciudad estaba a oscuras, y ya estábamos reunidos con el comité de crisis conformado por
organismos provinciales y municipales, como Defensa Civil, las áreas de servicios urbanos de los
seis distritos, la Central de Operaciones de Emergencias y la policía. Las tragedias tuvieron que
ver con catástrofes naturales pero se actuó rápidamente ante la emergencia", dijo el secretario de
Gobierno de la Municipalidad.
Pero ese accionar no dejó sin efecto las protestas surgidas en distintos barrios
de la ciudad, como Los Pumitas y Ludueña, en el noroeste. "La gente se autoevacuó en iglesias y
casas de familiares, pero pudo volver tras la tormenta a sus casas", aseguró el secretario de
Promoción Social, Fernando Asegurado. De todos modos, se multiplicaron los piquetes en distintas
zonas para hacer público el pedido de ayuda. Según informó la Unidad Regional II de Policía, se
registraron 16 puntos de conflicto (el más grave frente al Distirto Oeste) donde no faltaron las
quemas de neumáticos.