La “jornada nacional sobre venta ilegal, piratería y contrabando” que se realizó ayer en esta ciudad dejó una de cal y una de arena. A nivel país, entre el 17 y 20 por ciento de la economía es ilegal, y se estima una facturación mensual de 5 mil millones de pesos en la venta de mercadería, señaló el vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), Elías Soso, que consideró que se trata de cifras “alarmantes”. Sin embargo, aclaró que Rosario no se encuentra entre las primeras 15 ciudades del país con mayor volumen de venta ilegal, un dato que también destacó el secretario de Control municipal, Pablo Seghezzo, y agregó: “Eso habla muy bien del trabajo que se viene realizando en la ciudad”. Todos coincidieron en que debe trabajarse en la “educación y la concientización” para “desnaturalizar la compra de un producto trucho”.
El encuentro, que tuvo como sede la Asociación Empresaria de Rosario (AER), reunió a dirigentes empresariales, la Asociación Civil Antipiratería de la Argentina y representantes de marcas líderes como Louis Vuitton, Philip Morris, Nobleza Picardo y Cablevisión, pero también a representantes del Estado, responsables del control en diferentes niveles, como funcionarios municipales, provinciales y de Aduana. La violación de los derechos de propiedad de productos, el fraude marcario y el comercio ilegal de cigarrillos y de servicios de cable fueron algunos de los temas que se abordaron en el cónclave.
Relevamiento. Durante la jornada, autoridades de Came expusieron los resultados del último relevamiento que llevaron adelante en junio de 2014 en 406 ciudades del país, donde detectaron la presencia de 56.785 puestos de venta ilegal, con una venta mensual de más de 2.200 millones de pesos.
Un dato que sumaron, y que aseguran “ilustra el crecimiento explosivo de la ilegalidad”, es que en 119 de las 406 localidades relevadas, se encontraron funcionando 539 ferias de venta de productos ilegales —llamadas “Saladitas”—, 17 más que el registro anterior, hecho en 378 ciudades.
Más aún, el vicepresidente de Came estimó que el mercado ilegal representa entre un 17 y un 20 por ciento de la economía a nivel nacional, y remarcó que tiene una facturación mensual que ronda los 5 mil millones de pesos.
“Ese es el modelo de la ilegalidad, que tiene cifras alarmantes y que crece geométricamente”, afirmó Soso, pero además aseguró que “se trata de un modelo que reproduce la pobreza y la miseria, porque se basa en el trabajo esclavo o en negro”.
Sobre la presencia de las ferias llamadas “Saladitas”, el titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Ricardo Diab, destacó el hecho de que ya no haya ninguna funcionando en la zona y afirmó que “éste es un sector del país muy deseado para eso, pero estamos alertas y por eso no se instalan”.
Rosario. Sin negar el problema, tanto dirigentes empresariales como funcionarios municipales, destacaron el hecho de que Rosario no aparezca entre las primeras 15 ciudades del país donde hay un mayor volumen de venta ilegal, una lista encabezada por Capital Federal, Lomas de Zamora, La Matanza, Florencio Varela, La Plata, Escobar, Jujuy, Quilmes, Moreno y Comodoro Rivadavia, entre otras.
“Ese es un dato positivo que habla bien del trabajo que se viene haciendo desde hace mucho tiempo aplicando la ordenanza de venta ambulante, que en Rosario tiene por lo menos 20 años”, explicó el secretario de Control.
El funcionario también apuntó “a la falta de control en las aduanas y fronteras del país, donde apenas el 4 por ciento cuenta con sistemas de monitoreo satelital”, y aunque aclaró que se trata de una jurisdicción nacional, explicó que “toda la mercadería ilegal que entra por esas fronteras, tiene un impacto local; porque se termina vendiendo en las calles de la ciudad”.
Por eso, indicó que “los controles en la vía pública deben ser constantes”, pero también apuntó a la necesidad de “concientizar a la población para desnaturalizar la compra de un producto ilegal, que además generalmente proviene de un delito como son las redes de contrabando, la piratería del asfalto y el trabajo esclavo o en negro”.
En ese punto coincidieron también los dirigentes de Came y la Asociación Empresaria. “Lo primero es dejar que los chicos vean como natural comprar desde películas y juegos hasta juguetes y lentes truchos”, señaló Diab.