El secretario de Gobierno del municipio, Fernando Asegurado, defendió su actuación frente a la polémica abierta por el funcionamiento de la disco Poker Night en la sede social del club Central Córdoba. El local tuvo "11 clausuras e incluso una denuncia judicial", sostuvo. La disco funcionó todos los fines de semana, durante más de dos años, sin ninguna habilitación y con múltiples denuncias de vecinos por ruidos molestos, desmanes y sospechas sobre la comercialización de drogas en el lugar.
En su edición de ayer LaCapital reveló una nota, firmada por el entonces jefe de Inspección de la Municipalidad, Gregorio Ramírez, donde advertía al ex subsecretario de Prevención y Seguridad Luis Baita y al secretario de Gobierno sobre la imposibililidad de seguir renovando los permisos (de uso de parlante) a la disco y las numerosas irregularidades detectadas en el comercio.
En declaraciones a La Ocho, Asegurado apuntó que la Intendencia realizó "un sinnúmero de actuaciones" para que Poker no funcionara y sostuvo que miembros de la anterior comisión directiva del club de barrio Tablada eran quienes solicitaban los permisos.
El secretario de Gobierno indicó que "la habilitación fue solicitada por el presidente del club para que funcionara la bailanta en la institución. Ramírez eleva el informe el 23 de abril. A partir de ese momento ya no se le renovaron más los permisos que solicitaba la propia institución, y surgen un sinnúmero de actuaciones. Cuando se encontraba funcionado este local, se lo clausuraba hasta tal punto que se llega en marzo a hacer la denuncia penal correspondiente", argumentó.
Según indicó el funcionario, la disco tuvo más de once inspecciones del municipio que terminaron con clausuras y actuaciones del Tribunal de Faltas aplicando las sanciones correspondientes. "Por último se llega a principios de este año con la denuncia penal. Hubo un número importante de acciones del municipio y también a solicitud de las autoridades del club, que venían a pedir las autorizaciones y renovaciones correspondientes y que fueron denegadas, desde junio del año pasado".
Sigue el baile. Aún así, el boliche siguió funcionando hasta el fin de semana pasado, cuando quedó en el centro de una serie de denuncias públicas. A horas de que asumiera la nueva comisión directiva de Central Córdoba, uno de los miembros de la lista Recuperación Charrúa recibió una intimación en su domicilio. Dos balazos impactaron en el frente de su casa, acompañados de un anónimo que indicaba "no se metan con Póker".
Tras la agresión, el presidente de la entidad, Carlos Lancellotti, mantuvo una serie de reuniones con autoridades del municipio, la provincia y legisladores para solicitar el cierre del comercio con el cual, según indicó, el club no está vinculado bajo ningún contrato. Además, recalcó, el funcionamiento de un boliche está prohibido por los estatutos del club.
En el Concejo se presentaron dos pedidos de informe para que el municipio aclare en qué condiciones funcionaba la disco. Y en la Cámara de Diputados de la provincia, los integrantes de la comisión de Seguridad solicitaron a la provincia que precise si efectivos policiales encontraron estupefacientes en los operativos de inspección encarados junto al municipio. Los impulsores del proyecto advirtieron que en la Legislatura "no hay pruebas concretas, pero sí fuertes sospechas de que al interior de la bailanta se vendía droga, en base a las denuncias anónimas que han llegado a la comisión de Seguridad de parte de vecinos y allegados al club".