La reclamada implementación de la ley de educación sexual integral, que ya lleva siete años, dará un gran paso a partir de hoy en Rosario, cuando equipos del Ministerio de Educación provincial y el Instituto de la Mujer municipal desembarquen en las primeras escuelas secundarias. Las tareas de capacitación comenzaron en el 2009, pero aún no se había trabajado en paralelo con docentes y alumnos en los propios colegios. Y esa será ahora la tarea: como primera etapa, este año prometen llegar a 18 establecimientos de gestión pública y privada, más de mil profesores y 4.600 chicos, para tratar problemáticas tan candentes como trata y explotación sexual, prevención de embarazo adolescente, violencia de género y diversidad sexual.
Los gremios docentes y la organización civil Vox (ver aparte) saludaron la iniciativa que empezará a saldar el "fuerte atraso" que lleva en Santa Fe la puesta en marcha de la ley.
Al presentar el programa ayer, la ministra de Educación provincial, Claudia Balagué, afirmó que su nombre parte de un juego de palabras: "De ESI (educación sexual integral) sí se habla".
Balagué sostuvo que el plan responde a una "política de Estado: fortalecer la inclusión socioeducativa" a través de una "formación sexual integral" y un "aprendizaje para la vida", esta vez "otorgando la palabra a los jóvenes".
Luego pasó revista a distintos avances en materia de educación sexual y construcción de derechos, como la capacitación de docentes o la elaboración de un protocolo administrativo para reconocer la identidad sexual autopercibida.
Pero esta vez el trabajo (articulado entre provincia y municipio, como ya ocurrió con el plan Vuelvo a Estudiar) se desplegará en paralelo con profesores y alumnos en el territorio que ambos comparten cada día: la escuela.
Primero habrá reuniones "de sensibilización" con docentes y estudiantes para abordar "nudos problemáticos". Luego intentarán avanzar en la confección de una propuesta por escuela, con seguimiento por parte de los equipos gubernamentales. La tercera fase será de "socialización de las experiencias" en un "encuentro abierto".
El plan apunta a multiplicar los establecimientos el año próximo, tanto en Rosario como en el resto del territorio provincial.
La intendenta Mónica Fein celebró la posibilidad de encarar políticas públicas junto a la provincia, pero a la vez admitió que la necesidad de contar con educación sexual tiene aristas dramáticamente concretas.
Recordó, por ejemplo, que aunque en Rosario el embarazo adolescente ronda desde hace años el 8 y el 9 por ciento, crece de forma exponencial entre los sectores más humildes. Prueba de eso es que uno de cada cuatro partos en las maternidades públicas es de chicas de menos de 19 años.
También señaló los costos sociales de los noviazgos violentos y destacó la necesidad de "producir un cambio cultural en las relaciones entre varones y mujeres" que permita "construir una sociedad con más igualdad".
Hace largo tiempo que los gremios docentes venían pidiendo avances "concretos" en materia de educación sexual, ya que las situaciones problemáticas abundan en las escuelas (abusos, embarazos no deseados y violencia de género, entre otras) y suelen desbordar a los docentes.
Por eso, la titular de Amsafé, Sonia Alesso, celebró que se comience a saldar la "demora" en la "implementación concreta de la ley". Tanto en lo que hace a la formación de los docentes como a su acompañamiento frente a "casos complejos".
Atendiendo a esas situaciones, Alesso reclamó que junto a la nueva experiencia "se integren los gabinetes interdisciplinarios con cargos de planta y concursados".
También el secretario general de los docentes particulares (Sadop), Martín Lucero, dio la bienvenida al programa. "Forma parte de una educación popular igual para todos", señaló el dirigente.
El referente de Vox, Guillermo Lovagnini, rescató el avance que se concreta en la gestión de Balagué, "porque con ella volvió el diálogo, pero después de muchos años perdidos" ya que la educación sexual "prácticamente no se venía implementando en la provincia".
Y aunque no se privó de adjudicar al socialismo una "responsabilidad histórica" en la demora para implementar la ley, le puso todas las fichas a la iniciativa, a la que definió como una "luz" en la que mucho tuvo que ver la "lucha de los militantes" como Vox.