Los gobiernos de Argentina y Brasil acordaron elevar el 35 por ciento arancel externo común, que se aplica a las importaciones provenientes de países extra Mercosur, para un conjunto de productos industriales.
Los gobiernos de Argentina y Brasil acordaron elevar el 35 por ciento arancel externo común, que se aplica a las importaciones provenientes de países extra Mercosur, para un conjunto de productos industriales.
Así se definió durante una reunión de la que participaron por parte de Argentina, la ministra de Industria, Débora Giorgi; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno; su par de Exterior, Beatriz Paglieri; y el secretario ejecutivo de Desarrollo de Brasil, Alessandro Teixeira.
Después de la reunión, el embajador argentino en Brasil, Luis Kreckler, dijo que se alcanzaron "acuerdos sustantivos" para enfrentar la crisis financiera global que, según dijo, "vemos agudizarse en los próximos meses".
Entre ellos, mencionó que se obtuvo el compromiso "de cortísimo plazo" de parte de Brasil para comenzar a trabajar en productos "con dificultades históricas de acceso" al mercado vecino, entre ellos medicamentos.
Al respecto, se creó un grupo que la semana próxima comenzará a analizar en Brasilia un programa de tres pasos para permitir el ingreso de medicamentos de Argentina, cuya exportación está vedada a los laboratorios nacionales, cuyo primer paso sería la autorización para productos de libre comercialización.
Desde el 15 de junio comenzará, por otro lado, a analizar en Buenos Aires una lista de posiciones arancelarias correspondientes al capítulo industrial del nomenclador común del Mercosur, para llevarlo al 35 por ciento.
Giorgi explicó que "se trabajará en este tema buscando ampliar lo que se hizo ya en la última reunión de Mercosur en Montevideo, en diciembre pasado".
Moreno, por otro lado, presentó un proyecto para ampliar el uso de moneda local en el comercio bilateral, en un nuevo intento por contener en el país la mayor cantidad de dólares posible.
En concreto, Paglieri anunció que logró destrabar el ingreso de cítricos y langostinos desde el 1º de julio, más un grupo de productos de economías regionales que no definió ni precisó.
Brasil, en cambio, respondió anunciando nuevas trabas para el ingreso de manzanas, peras y membrillos de la Argentina, que se suman a quesos y una serie de productos frescos que estaban con anterioridad.
El miércoles pasado, el ex embajador de Brasil en Buenos Aires, José Botafogo Gonçalves, había anticipado escasos resultados para el encuentro, al señalar que para que haya una solución, la Argentina debería cambiar su política comercial.
Kreckler destacó que la reunión se desarrolló en un clima de "cordialidad y franqueza" que caracteriza la relación entre ambos países y puso de manifiesto la disposición y el reconocimiento de la importancia del flujo comercial, lo que permitió encontrar "una solución satisfactoria a distintas cuestiones".
"Estamos de acuerdo en que la mejor forma de encarar esta crisis es de manera conjunta con más y mejor comercio, estamos seguros de que actuando coordinadamente Argentina y Brasil podemos generar una situación de ganancia mutua", subrayó el diplomático.
Hacia el G-20
Representantes argentinos y brasileños de los Ministerios de Relaciones Exteriores, Economía, Agricultura, Trabajo y Bancos Centrales se reunieron para aunar posiciones de cara a la cumbre del G-20, que se hará el 18 y 19 de junio en México. “Argentina y Brasil mantienen visiones y posiciones comunes en múltiples foros”, informaron.
Por Eugenia Langone