El Reino Unido anunció ayer que enviará a fines de marzo un moderno buque de guerra a las islas Malvinas, mientras que la Argentina ante tal anunció expresó su rechazo a "militarizar" el conflicto y volvió llamar a los ingleses a "negociar" en forma bilateral como piden las Naciones Unidas.
El anuncio del envío del navío de guerra se realizó en el contexto de una escalada verbal entre los gobiernos de la Argentina y Gran Bretaña y a pocas semanas del trigésimo aniversario de la guerra entre ambos países. Ante ese anuncio, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández expresó su rechazo al intento británico de "militarizar un conflicto sobre el que las Naciones Unidas han indicado en numerosas ocasiones que ambas naciones deben resolver en negociaciones bilaterales".
La información del envío de la nave de guerra fue dada por el Ministerio de Defensa británico en un comunicado donde señaló que se trata de un "despliegue de rutina" para reemplazar "otro buque de patrulla" en la zona. La Cancillería argentina subrayó que "los gobiernos deben evitar la tentación de incurrir en discursos que transformen el patriotismo en patrioterismo con el objeto de distraer la atención pública de políticas económicas de ajustes en un contexto de crisis estructural y alto desempleo".
La relación. En tanto, fuentes de la Armada británica amenazaron que el envió del buque servirá para que "Argentina tome una pausa y reflexione" sobre su reclamo para que Londres acepte negociar la soberanía del archipiélago en el marco de distintas resoluciones de la ONU. En forma paralela, desde el gobierno de Gran Bretaña reforzaron con palabras las acciones emprendidas: el secretario de Asuntos Exteriores, Jeremy Browne, ratificó que "no es negociable" la soberanía en las Islas y reiteró su negativa a dialogar tal como lo estableció Naciones Unidas.
"Vamos a seguir los pasos necesarios para garantizar la seguridad de los kelpers", advirtió. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, aclaró "no hay nada inusual en este despliegue, no refleja un cambio de situación de ningún tipo" y precisó que "continuará este año y todos los años".
"Siempre estaremos en situación de defender las islas Falkland (denominación británica de las Malvinas), si es necesario, a pesar de que no creemos que haya ninguna amenaza contra ellas en este momento". El comunicado oficial del Reino Unido difundido hoy explicó que "la Marina Real ha tenido una presencia continuada en el Atlántico Sur desde hace muchos años" y que "el despliegue del HMS Dauntless al Atlántico Sur está previsto desde hace tiempo, es totalmente de rutina y reemplaza otro buque de patrulla".
El reemplazo. El HMS Dauntless, que reemplazará a la fragata HMS Montrose a fines de marzo, es un destructor de clase 45 que entró en servicio en 2010, transporta 48 misiles antiaéreos Sea Viper y puede llevar helicópteros de tipo Chinook.
El diario conservador Daily Telegraph aseguró que el buque que se enviará al Atlántico Sur es el "más avanzado" del mundo en cuanto a equipamiento para repeler ataques de aviones y que "tiene un radar Sampson, que es más avanzado que el que controla el aeropuerto de Heathrow, el principal del Reino Unido, ubicado en la periferia sudoeste de Londres.