Una nueva pieza se sumó a la investigación por el ataque a tiros contra barrabravas de Newell's con la detención de Luis Pollo Bassi, un hincha estrechamente ligado a Diego Panadero Ochoa, actual líder del paravalanchas leproso. Las sospechas recayeron sobre él porque, tras la balacera, la policía secuestró en las inmediaciones del Coloso del Parque su auto, un Peugeot 307 como el que usaron los atacantes que actuaron en la zona sur de la ciudad.
El nuevo sospechoso en la causa por los incidentes en los que resultó baleado el subcomisario Javier Máximo Alegre fue detenido el martes a la tarde por efectivos de la División Judiciales de la policía en su casa de Juan B. Justo al 2900, en Villa Gobernador Gálvez, y se hizo por orden del juez de Instrucción Javier Beltramone. En la vivienda se secuestraron ocho teléfonos celulares.
Bassi quedó imputado como partícipe necesario de la tentativa de homicidio del oficial Alegre, quien recibió un tiro en la cadera y está fuera de peligro. Su nombre se suma así a los de los también apresados Matías F., de 18 años y apodado Cuatrero, y un menor de 17 al que le dicen Teletubi, los tres como autores del ataque. Y a los de Alberto Tato Camino y el sindicalista Gonzalo Miranda como instigadores a la violencia.
A partir de la detención de Bassi, la causa por los desmanes en el barrio de Roberto Pimpi Camino, el ex líder de la barra asesinado en marzo de 2009, los acumulará la jueza de Instrucción 5, María Luisa Pérez Vara, porque Bassi tiene allí un antecedente penal.
Los incidentes en los que está acusado de participar Bassi ocurrieron el sábado a la tarde en Alice y Lamadrid, donde unos 300 seguidores de la familia Camino se concentraron para iniciar su anunciado regreso al Coloso del Parque. Alrededor de las 15.50, dos autos irrumpieron en esa zona del Fonavi Municipal. De los vehículos bajaron tres hombres que tiraron a la multitud con balas calibre 11.25 y 9 milímetros.
Un tiro alcanzó al jefe de la comisaría 11ª, que junto a otros dos oficiales superiores de Jefatura controlaban al grupo. Luego los agresores se alejaron a los tiros en un Peugeot 307 y un Chevrolet Meriva, según dijeron los testigos.
Los manifestantes señalaron a la policía que los agresores eran Cuatrerito y Teletubi, a quienes apresaron esa noche pero no les incautaron armas.
El ataque en Athypiko. El tercer acusado que se sumó a ese expediente es Bassi, sindicado como mano derecha de Diego Panadero Ochoa. Este joven vive en Villa Gobernador Gálvez, donde trabaja en un boliche de su padre. En noviembre pasado había sido detenido junto a Ochoa por el ataque a tiros al bar Athypiko II, de Balcarce al 200, donde el patovica Sebastián González, de 32 años, fue herido de bala por dos hombres que pasaron en moto.
El herido y Matías Pera, un hincha enfrentado a Ochoa, acusaron al Panadero de efectuar los tiros y dijeron que a la moto la manejaba el Pollo Bassi. Por eso ambos fueron apresados, aunque en cuestión de días recuperaron la libertad por orden de la jueza Pérez Vara, en quien recayó la causa por los antecedentes de Bassi.
Persecución y tiros. La identidad del Pollo Bassi se conoció públicamente cuando, a mediados del año pasado, su nombre integró la lista de aquellos barras que no podían ingresar al Coloso del Parque. Poco tiempo después, la policía lo puso bajo sospecha como uno de los hombres que atacó a tiros la vivienda de Maipú al 3300 donde reside Daniel Teto Vázquez, sindicado como un narco de peso en la zona sur de la ciudad.
En tanto, el 13 de octubre de 2010 el Pollo fue detenido junto a sus dos hermanos tras una cinematográfica persecución y tiroteo que se extendió desde barrio Tablada hasta Villa Gobernador Gálvez. Entonces les imputaron resistencia a la autoridad, daños y lesiones.
El gastronómico. En una causa paralela que seguirá en manos de Beltramone están imputados el hermano de Pimpi, Alberto Tato Camino, y el sindicalista gastronómico Gonzalo Miranda. Están acusados de incitar a la violencia con el acto organizado la tarde del sábado. Tato, como la cara visible de la convocatoria, y Miranda por haber sido quien supuestamente acompañó a Camino hasta la comisaría 11ª para anunciar que tenían mil entradas para el partido Newell's-San Lorenzo y que harían la movilización. Eso quedó registrado en un acta y además el juez interrogó a los policías que fueron al lugar. Dijeron que no escoltaban ni protegían al grupo sino que verificaban de qué se trataba.
"Queremos volver". La acusación es más grave en el caso de Camino porque cumple condena por actos violentos en el Coloso y tiene prohibido ir a la cancha. El juez cuenta con copias, videos y desgrabaciones de declaraciones periodísticas de Tato en las que anunció el acto, con frases como "queremos volver" o diciendo qué haría en caso de ser el jefe de la hinchada.
Esos elementos, para la acusación, violentan la restricción de participar en actos deportivos. Por eso, a Camino y Miranda, les reprocharon una instigación colectiva a cometer hechos de violencia, haber participado en la organización de la marcha y después dirigirse a la cancha a disputar el liderazgo de la barra, lo que incluyó conversaciones previas con titulares de jefes policiales para avisarles lo que iban a hacer.