Del cielo al purgatorio, en un solo paso. La crisis y el vértigo pusieron el
ritmo de 2008, que arrancó con la polémica por el impacto en los precios que provocaba un inédito
ciclo de expansión económica y termina con la imagen de obreros en la calle resistiendo el ajuste
que avanza con el argumento de los efectos de la crisis financiera internacional.
En el medio, el conflicto agropecuario, con sus severas secuelas, abrió la
discusión sobre temas como la distribución de la riqueza, el lugar el interior como actor político
y económico, devolvió el protagonismo al Congreso y resucitó la vieja tensión entre Nación y
provincias.
La sucesión de crisis propias y ajenas sacó violentamente al Estado del armario
para ponerlo en la primera línea de fuego de la política económica, tanto aquí como en el resto del
mundo.
El fin de la jubilación privada condensó como nunca el nuevo estado de debate al
respecto.
Si algo no faltó este año fue acción. Tampoco política, que como pocas veces
derrumbó el mito contemporáneo de que sólo es un ruido molesto en la actividad económica.
El presidente de la primera potencia mundial, plomeros que desde los más ignotos
lugares del planeta financiaron sus crisis, chacareros embravecidos de la pampa húmeda, estrellas
estrelladas de Wall Street, trabajadores que ganaron la calle para discutir paritarias,
encuadramientos o puestos de trabajo, grises vicepresidentes convertidos en próceres. Nadie quedó
afuera de la foto de un año intenso en el que muchos papeles se quemaron y otros tantos renacieron
de las cenizas.
Lo global y lo local
Hasta la política provincial recobró una inusitada vida con el cambio de
autoridades en el gobierno santafesino.
El primer año de gestión de Hermes Binner deja más intenciones que resultados en
el área económica pero la sola insinuación de algunos puntos de su programa fueron
interesantes.
El proyecto de reforma tributaria, el plan más ambicioso en el plano económico,
no pasó el filtro de una Legislatura que por su composición prometía una intensa actividad de
debate, negociación y acuerdo. En realidad, pasó todo lo contrario, y lo que prometía como una
revitalización de la actividad legislativa provincial terminó convirtiéndose en un circo de
chicanas.
Aún así, el sólo hecho de poner en cuestión la estructura fiscal de la
provincia, heredada de la década de los 90 y plagada de inequidades, es un paso.
El ingreso a la fase aguda de la crisis financiera internacional cambió,
igualmente, todos los planes.
El mundo
Con un petróleo que pasó en seis meses de 150 dólares a poco más de 30 por
barril, con precios de los granos que desagiaron en poco tiempo la ilusión de la prosperidad sin
límite, la torta se dio vuelta en pocos meses.
Los gobiernos de las principales potencias del mundo están desempolvando a
Keynes para estudiar cómo le dan oxígeno a una economía internacional que venía lanzada en tren
bala y ahora se precipita a la depresión.
Nunca más difícil hacer pronósticos al cabo de un año que se estrenó con los piquetes de la
abundancia y culmina con el fantasma de la malaria. Sólo cabe esperar que el 2009 sea al revés.