Pasado el mediodía de ayer un hombre llegó enfundado en un gorro a un local de
venta de materiales de construcción y artículos sanitarios de Granadero Baigorria. Parecía un
cliente más, pero enseguida terminó con la farsa. Se trepó al mostrador y encañonó a los tres
empleados que, sentados en sus escritorios, observaron atónitos la escena. En escasos minutos el
asaltante concretó la tarea delictiva: con la velocidad de un rayo recogió los diez mil pesos que
había en la caja y los teléfonos celulares de los trabajadores. Después, se subió a la moto en la
que había llegado y se esfumó.
El atraco ocurrió en el local de Alberdi Sanitarios situado en San Martín 3415,
en Granadero Baigorria, en el límite con Capitán Bermúdez. Enfrente del local la firma tiene un
depósito con materiales de construcción. A las 12.30, tres empleados estaban detrás del mostrador y
no había clientes. Ignacio, uno de los vendedores, había cruzado la calle para exhibirle
mercaderías a un cliente en el corralón. Cuando el muchacho ya había finalizado el trámite, regresó
al depósito y se sorprendió al distinguir la silueta del intruso sobre el mostrador. "Me llamó la
atención ver a un tipo parado en el mostrador, pero no dije nada", comentó Ignacio a un cronista de
La Capital.
El trabajador no tuvo tiempo de pronunciar palabras. Apenas el ladrón advirtió
su arribo giró el cuerpo y lo encañonó con una pistola. "Me dijo que me quede porque si no me
quemaba", recordó el empleado. Entonces Ignacio dijo que era un cliente que venía "a averiguar
precios" y de esa manera intentó tranquilizar al malhechor.
Con la pistola apuntando a los compañeros de Ignacio, el ladrón se apoderó del
efectivo de la caja y vació los bolsillos de los trabajadores. "Les robó los celulares y se llevó
algunas radios que tenemos en el negocio", explicó el muchacho.
Rápido y en moto.Con el botín en su poder el ladrón corrió hacia una moto Honda
de 110 cc que había dejado estacionada en la vereda. Se trepó al rodado, aceleró, recorrió unos
metros y dobló en la esquina en dirección al oeste de Granadero Baigorria. Pero antes de marcharse
tropezó con una dificultad. "Como el tipo no había dejado la moto en marcha tuvo que patearla tres
veces para que arrancara", recordó Ignacio.
El comercio asaltado está ubicado en San Martín al 3400, cuya prolongación es la
ruta 11 que conecta con las otras localidades del cordón industrial. En el lugar existen otros
negocios. Precisamente, uno de ellos es un lubricentro ubicado a unos 40 metros al norte del local
de Alberdi Sanitarios. Nueve días atrás, el encargado del comercio recibió la visita indeseada de
un ladrón solitario cuyos rasgos físicos, al parecer, coinciden con el maleante que irrumpió ayer
en la casa de sanitarios. "Pensamos que es el mismo ladrón porque se movió en moto en los dos
asaltos y además los robos fueron después del mediodía", explicó Ignacio.
Ignacio comentó que afortunadamente nadie resultó lastimado en el atraco de
ayer, pero dijo que el maleante no podía disimular la ansiedad que lo invadía. "Los muchachos no le
miraron mucho la cara para que no se pusiera más nervioso", recordó. A su vez, presume que el
ladrón observó los movimientos del negocio antes de cometer el robo. "Primero compró algo en un
quiosco que está a unos 20 metros, sobre la misma vereda, y tal vez desde allí esperó el momento
para robarnos".
Tras el suceso, los empleados denunciaron el robo al 911 y una patrulla del
Comando Radioeléctrico arribó al lugar, pero ya el malhechor había desaparecido. El caso fue
denunciado en la comisaría 24ª, que controla la zona donde ocurrió el asalto.