Luego de dos meses de conflicto, la conducción nacional del gremio de la
alimentación y las cámaras que agrupan a las empresas del sector acordaron un aumento del 35 por
ciento en los salarios, a pagar en tres cuotas en forma escalonada a partir de este mes y por el
plazo de un año.
En un panorama de dispersión paritaria, el acuerdo salarial alcanzado ayer por
la madrugada promete convertirse en caso testigo para las negociaciones que siguen pendientes en
distintas ramas de actividad y que se mantienen abiertas debido a la incertidumbre provocada por la
escalada remarcadora de los empresarios.
De hecho, fue sintomático que el acuerdo de la alimentación se cerrara el mismo
día en que las cúpulas de la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación General del
Trabajo (CGT) se reunieron para avanzar en una especie de pacto social destinado a anclar la
inflación y planchar los reclamos salariales (ver aparte).
"Es un acuerdo muy satisfactorio, no es lo ideal pero fue lo posible", subrayó
el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Rodolfo
Daer, al comentar el acuerdo cerrado en la madrugada del martes. Explicó que el salario básico de
esta actividad "va a rondar 3.000 pesos mensuales". Hasta ahora era de poco más de 2.100 pesos.
Al aumento de 35,21 por ciento se va a llegar en tres veces: 29,57 por ciento de
mayo a septiembre, 32,67 por ciento de octubre a marzo de 2011 y 35,21 por ciento en abril. Además,
se otorgarán "300 pesos no remunerativos a cobrar en la primera quincena de mayo de 2011".
Los trabajadores de la alimentación se encontraban en conflicto con el sector
empresario desde marzo último.
Pero en el medio, la pelea escaló a nivel de las bases, en lugares emblemáticos
como General Pacheco, donde está situada la planta de Kraft Foods, y Córdoba, donde están las
principales fábricas de Arcor. En ambos casos, aún no trascendió los pasos que seguirán los
empleados de ambas empresas en relación al acuerdo alcanzado por el Sindicato.
En ese sentido, la paritaria de la alimentación concentró una serie de
condimentos que contribuyeron a convertirla en una trinchera para acelerar el pacto social. Es la
actividad que reúne a las empresas de un sector de alta rentabilidad y expansión; encabeza además
los aumentos de precios que borraron toda proyección inflacionaria racional y, en el ámbito de la
política gremial, representa el típico caso en la conducción sindical fue desbordada por sus bases.
Como dato adicional, el presidente de la cámara empresaria es el abogado de la Unión Industrial
Argentina (UIA).
Con este cóctel, los propios industriales vieron el límite de su propia
estrategia de restauración de precios y se apresuraron a plantear una negociación con la CGT para
desacelerar precios y frenar reclamos salariales, que en rigor sólo parcialmente se
respondieron.
Si la jornada de ayer fue un quiebre para apurar el cierre de las paritarias, se
verá en los próximos días. Por lo pronto, en términos de porcentajes, fija un nuevo piso. Esto es
porque los pocos acuerdos que se cerraron lo hicieron en torno del 23 por ciento. En materia de
cifras absolutas, se redondea la estrategia de pujar por básicos de convenio que permitan pelearle
mínimamente a la canasta básica real.
Si bien el gremio de Daer quedó lejos de los 4 mil pesos que fijaron los
aceiteros, la suba sobre su propio básico fue importante. En estas paritarias se juega una batalla
importante contra la línea de pobreza.
Motorizan un "pactito social"
La Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación General del Trabajo (CGT)
avanzan en un plan destinado a contener las expectativas inflacionarias y para ello decidieron
crear una mesa "permanente" que, según dijeron, está destinada a "analizar cuestiones de la
economía".
Impulsada por el secretario de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, la mesa
además busca desalentar gestiones de la central fabril para generar un frente opositor al gobierno
con la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA).
Representantes de la UIA y la CGT lo anunciaron al término de una reunión que
mantuvieron en Flores con el fin de acercar posiciones y lanzar un seminario conjunto "para abordar
la apertura comercial, y cómo va a impactar la crisis europea en el país".
El plan pretende moderar reclamos salariales, intentar atenuar los aumentos de
precios, y ver si e las empresas pueden iniciar un proceso inversor para subir la oferta de
productos.
En rigor, los técnicos de ambas partes trabajan desde hace casi un mes en torno
del plan, que esperan tenga la bendición del gobierno, y cuya idea es recrear un marco de
certidumbre tanto para el sector empresario como sindical.
Paro de UTA
Los conductores de ómnibus de larga distancia enrolados en la Unión Tranviarios
Automotor (UTA) iniciaron anoche un paro de doce horas ante el fracaso en las discusiones
paritarias que el gremio viene manteniendo con las cámaras empresarias del sector. Los
gastronómicos anunciaron anteayer un paro para el fin de semana largo ante la falta de acuerdo.