Una pareja frente a su propia crisis. Los sábados a las 20.30 se presenta "El desagüe" en el nuevo Espacio Bravo de Pichincha. ¿Por qué se acaba el amor en las parejas? Tal vez siempre, inevitablemente, se creyó ir al fondo de la cuestión, rastreando el origen, el comienzo, el caos original, la punta del ovillo. ¿Y si es el camino, sinuoso, el que va dejando escondido entre sus banquinas algunos pedazos de lo que fue una gran historia de amor?
Es el camino, el recorrido, la trayectoria del proyectil lo que define el amor de esta pareja. En algún momento, la bala pierde fuerza porque pierde impulso y finalmente actúa la ley de gravedad. También puede estallar en pedazos cuando hace contacto con la piel del otro, con el cuerpo y su volumen. Y ya nada es igual.
Estos vaivenes en el estado de una pareja constituyen la esencia de la obra de teatro "El desagüe", nueva producción de Hijos de Roche interpretada por Paula García Jurado y Francisco Fissolo, dirigida por Romina Mazzadi Arro. Se presenta todos los sábados a las 20.30 en el nuevo Espacio Bravo, ubicado en Santiago 150.
¿Cómo reinventarse, disculparse, relacionarse o recuperar la confianza con su pareja? Estos tips aparecen en artículos de diarios, extensas notas en revistas, en infinidad de páginas en Internet diseminadas por todo el mundo, donde los usuarios participan y preguntan furiosamente. Y en todas las respuestas, sean médicos, psicólogos o expertos de cualquier calaña, se puede olfatear con certeza algo tan abstracto como la nada misma.
Si esa es la parte más liviana del asunto, "El desagüe" propone la profundidad de la trama. El espejo al que algunas parejas, naturalmente, quieren huirle. Con una puesta minimalista, con un fondo oscuro desde donde los personajes entran y salen, la obra transita los diferentes estados de ánimo de dos personas que alguna vez se encontraron y lo que rápidamente puede reconocerse como crisis, reproches y ausencia de comunicación. Los momentos densos, perturbadores, poco felices pueden observarse en un preferente primer plano por sobre alguna situación amable que pueda conservar algún rasgo de armonía. Es que la obra, como su nombre lo indica, habla del desagüe, de lo que se escurre por las cañerías para no volver. En este sentido, la tensión de la pareja recuerda a "Cerca", de Eduardo Pavlovsky.
En el universo telúrico de la puesta se destacan los trabajos actorales de Paula García Jurado y Francisco Fissolo, quienes logran trasladarnos a ese pequeño y asfixiante mundo con una certera eficacia. Dos intérpretes de una sólida presencia escénica que transitan desde lo más sutil hasta la exageración con fluidez y conmoción.
En este trabajo se nota el retorno de Mazzadi a la dramaturgia del actor como materia prima para la construcción del relato escénico, recurso del que se sirvió en las primeras producciones de Hijos de Roche, marcando a fuego los primeros pasos de la poética germinal del grupo, hace quince años atrás. En esta obra, se confirma un estilo de teatro que, lejos de entretener, sacude y apabulla, dejando unas cuantas preguntas abiertas.
Fueron pasando obras como "Uno busca lleno", "Hasta la exageración"e"Insoportable", entre otras, y la creación de Bravo, el espacio teatral que acaba de mudarse a Pichincha, donde se presenta una variada cartelera. "El desagüe" acaba de recibir el premio Cosecha Escénica de subsidios teatrales que otorga la Secretaría de Cultura municipal,