La canciller alemana, Angela Merkel, mostró ayer abiertamente su "escepticismo" sobre la posibilidad de que Turquía ingrese en la Unión Europea (UE) al recibir en Berlín al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
La canciller alemana, Angela Merkel, mostró ayer abiertamente su "escepticismo" sobre la posibilidad de que Turquía ingrese en la Unión Europea (UE) al recibir en Berlín al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
"No es un secreto que soy escéptica sobre el ingreso completo de Turquía a la UE", explicó Merkel junto a Erdogan tras su reunión en la sede de la Cancillería. "Se trata de un proceso con resultado abierto y sin plazo", añadió sobre el diálogo entre la UE y Ankara. Antes de encontrarse con la líder cristianodemócrata (CDU), Erdogan había aprovechado su visita a Berlín para pedir más apoyo alemán a la candidatura turca. "Será imposible configurar el siglo XXI sin Turquía", dijo en una conferencia.
Turquía es candidata a ingresar en la UE desde 1999. Las negociaciones se abrieron en 2005. Recientemente se vieron afectadas por las acusaciones de corrupción al entorno del gobierno en Ankara y, sobre todo, por la polémica actuación de policía y Justicia ante las protestas del año pasado en Estambul.
Como le habían pedido miembros de su propio gobierno y de la oposición, Merkel aludió al tema en la rueda de prensa. "En nuestra charla dije varias veces que la libertad de manifestarse es un derecho fundamental", dijo con gesto adusto junto a Erdogan.
La conferencia de prensa comenzó con un retraso de 45 minutos y en un clima tenso dentro y fuera de la Cancillería, donde un grupo de manifestantes se reunió para condenar la visita del huésped turco.
También Siria centró buena parte del encuentro. Erdogan pidió más apoyo para hacer frente a la ola de refugiados que huyen del conflicto a Turquía. Según el mandatario, Ankara invirtió ya 2.500 millones de dólares para recibir a unos 700.000 refugiados. La ONU sólo apoyó a Turquía con 130 millones de dólares, aseguró. Con respecto al presidente sirio, Erdogan fue tajante: "El déspota Bashar al Assad debe irse de una vez. Hay que avanzar a un sistema con varios partidos", dijo antes de la reunión con Merkel.
Erdogan aprovechó su visita para celebrar actos electorales ante la nutrida colonia turca en Berlín, lo que también desató críticas de algunos medios y políticos alemanes. Turquía celebra elecciones municipales el 30 de marzo y a mitad de año hay comicios presidenciales, en los que podría presentarse el propio Erdogan.
En Alemania viven unas tres millones de personas con raíces turcas y casi 1,6 millones con pasaporte turco, 113.000 de ellas en Berlín.
En una visita a Alemania en 2008, Erdogan encendió un debate al advertir a los inmigrantes turcos contra "la asimilación", que calificó como "un crimen contra la humanidad". "Creo que es algo que ha quedado atrás", dijo ayer Merkel zanjando el debate.