Alemania aceptó rescatar a Grecia, pero con la participación del FMI
Bruselas. — Alemania y Francia lograron un acuerdo junto con Europa y el FMI
para tender una red de seguridad a la endeudada Grecia, después de semanas de tensiones y cuando
parecía que el rescate ya no llegaría. El esfuerzo, más allá de Grecia, busca restaurar la
confianza en el euro. Toda la "eurozona" aportará fondos para garantizar la deuda griega, que
corría riesgo de caer en default de forma inminente.
26 de marzo 2010 · 01:00hs
Bruselas. — Alemania y Francia lograron un acuerdo junto con Europa y el FMI
para tender una red de seguridad a la endeudada Grecia, después de semanas de tensiones y cuando
parecía que el rescate ya no llegaría. El esfuerzo, más allá de Grecia, busca restaurar la
confianza en el euro. Toda la “eurozona” aportará fondos para garantizar la deuda
griega, que corría riesgo de caer en default de forma inminente.
El acuerdo, que el gobierno griego calificó de “totalmente
aceptable” tras semanas de duro batallar con la Unión Europea, debe ser aún respaldado por
las 16 naciones del bloque de la moneda única, pero esto se daba por descontado una vez vencida la
resistencia de Alemania. Los fondos son para usar en “última instancia”, se remarcó una
y otra vez en Bruselas.
Préstamos bilaterales. El mecanismo de ayuda está basado en préstamos bilaterales de los países
de la eurozona por hasta 25.000 millones de euros, de los cuales 10.000 correrán a cargo del FMI, y
sólo se concederán como “último recurso” (ultima ratio, en lenguaje jurídico), es
decir, en caso de que Atenas no logre crédito en el mercado.
El acuerdo había sido pactado en las primeras horas de la tarde en
Bruselas entre la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, y el presidente galo, Nicolas Sarkozy,
quien finalmente accedió a que el FMI participara. La jornada se saldó con un éxito para Merkel,
quien además de forzar la participación del FMI, a la que se oponían Francia y España, entre otros
países, también consiguió que se necesite la unanimidad, lo que de hecho le concede poder de veto a
Berlín.
Aunque se barajaba la posibilidad de que Grecia obtuviera préstamos a la
tasa de interés promedio de la eurozona, o sea, por debajo del actual 6%, que Atenas considera
abusivo, el acuerdo final resalta que el objetivo no habrá tasa subsidiada.
El euro, mal. Los mercados reaccionaron con cautela. El euro cayó un 0,3% frente al dólar, a
1,3271 unidades. Los analistas temen que el acuerdo no alcance para cubrir a otros países en
apuros, como Portugal. Gracias al anuncio, el costo de asegurar deuda de Grecia bajó, y la prima
que los inversionistas cobran por tener bonos griegos en lugar de los títulos de Alemania, se
estrechó. Pero aun así el diferencial contra Grecia era el doble del de sus pares Irlanda y
Portugal, y cuatro veces el de España. Se trata de países en graves problemas de déficit fiscal y
deuda pública, que extienden el riesgo más allá de Grecia.
El Banco Central Europeo (BCE) también dio un paso en favor de Grecia al
ablandar normas que ponían en riesgo un mecanismo de financiación con bonos como garantía.
Tras haber dicho durante semanas que no acordaría sobre ningún tipo de
ayuda para Grecia, Merkel dio señales de que aceptaría un plan de contingencia si se involucraba el
FMI y si los socios europeos cordaban endurecer las reglas de déficit fiscal de todo el bloque del
euro. “Un buen europeo no es uno que ofrece ayuda rápidamente. Un buen europeo es uno que
respeta los tratados europeos y los derechos nacionales para que no se perjudique la estabilidad de
la zona euro”, dijo Merkel. El acuerdo menciona la necesidad de “sanciones” para
países que reiteradamente burlen las regulaciones fiscales de la UE, como ha hecho Grecia.
Con el FMI. Francia y el BCE se habían opuesto a cualquier participación del FMI, argumentando
que resaltaría la incapacidad de la eurozona para resolver su crisis más severa en 11 años de
existencia. “Si el FMI o algún otro organismo ejercitan su responsabilidad en vez del
eurogrupo o en lugar de los gobiernos, evidentemente sería muy, muy malo”, había dicho el
presidente del BCE, Jean-Claude Trichet.
El primer ministro griego, George Papandreou, dijo en Bruselas que su
país seguiría adelante con sus dolorosas medidas de ajuste para disminuir su gigantesco déficit
fiscal, cueste lo que cueste. “Grecia está determinada a hacer frente a sus propios
problemas, poner su casa en orden”, expresó Papandreou.
Impopularidad. Atenas enfrenta costos de endeudamiento que duplican con creces los de Alemania y
deberá pedir 16.000 millones de euros entre el 20 de abril y el 23 de mayo para refinanciar deuda
en vencimiento. El paquete de rescate europeo “calza” casi perfectamente con esos
vencimientos, actuando de hecho como garantía. O sea, no se usará directamente el dinero anunciado
ayer, pero servirá para garantizar en los hechos que Grecia pueda renovar deuda.
En Alemania, la mayor economía de Europa, hay una enorme oposición
pública a cualquier rescate para Grecia, justo antes de las elecciones regionales de mayo. También
en el gobierno de centroderecha de Angela Merkel existen fuertes resistencias de parte del Partido
Liberal, del ministro de Exteriores Guido Westervelle.
Sin un mecanismo de ayuda como el firmado ayer, se temía que los
problemas de Grecia alcanzaran a los otros países problemáticos de la zona euro, como Portugal,
España, Irlanda e Italia. l