Ahora sabemos muchas cosas en Santa Fe
Por Eduardo Valverde / La Capital. Más allá de que competían por representaciones
distintas, Agustín Rossi por seguir ocupando su banca en Diputados y Carlos Reutemann por
permanecer en el Senado, estaba claro que ambos encarnaban la confrontación entre dos modelos
políticos absolutamente opuestos.
29 de junio 2009 · 01:00hs
Más allá de que competían por representaciones distintas, Agustín Rossi por seguir ocupando su
banca en Diputados y Carlos Reutemann por permanecer en el Senado, estaba claro que ambos
encarnaban la confrontación entre dos modelos políticos absolutamente opuestos. El que pilotean
Cristina Fernández y Néstor Kirchner, tibiamente distributivo pero que tenía un final abierto, en
el caso del Chivo, y el de la restauración neoliberal, que se materializa en un heterogéneo
espectro de dirigentes de derecha nostálgicos de la fiesta menemista de los 90.
En cuanto a los votos que tuvo Rubén Giustiniani para su relección como senador, además de los
propios que sin duda tiene el Frente Progresista, se deben computar muchos sufragios de peronistas
de izquierda, que siguen ubicando al legislador del socialismo en un encuadramiento ideológico de
centroizquierda. Más allá de que también apoyó el lock out patronal de la burguesía sojera,
perciben la diferencia y le dieron su apoyo en las urnas, lo cual se tradujo en los numerosos
cortes de boleta que hubo con el voto Giustiniani-Rossi.
A la luz de los resultados que arrojó la elección en todos los distritos del país (donde incluso
el kirchnerismo fue derrotado en la provincia de Buenos Aires a manos de Francisco De Narváez, un
hombre de la derecha más cerril), ahora sabemos que la sociedad argentina le ha dado la espalda al
proyecto que puso en marcha la pareja santacruceña en el 2003.
Ahora sabemos que los diez años en que el neoliberalismo se enseñoreó en la Argentina, con una
exacerbación del individualismo, han calado muy hondo en esta sociedad.
Ahora sabemos por qué Rossi, pese a que el propio Alberto Fernández confirmó que confrontó con
el matrimonio K para imponer la segmentación de las retenciones en el proyecto oficial, apenas
logró retener su banca.
Ahora sabemos que construir un proyecto más justo y participativo en la Argentina, algo que
Rossi defendió no sólo en esta campaña sino durante toda su vida política, va a ser una tarea
nuevamente lindante con la utopía.