Ahora Rosario quiere tener su propia policía

Buscando repotenciar su cruzada por la autonomía municipal, la administración de Miguel Lifschitz reveló ayer que aspira a manejar áreas judiciales y policiales ligadas a delitos menores, el orden urbano y la seguridad comunitaria.

"En base a lo que podría cambiar con la autonomía, uno imagina escenarios futuros, como contar con un poder judicial local a cargo de pequeñas causas", explicó a La Capital el secretario de Gobierno municipal, Horacio Ghirardi.

El funcionario advirtió acerca de la existencia de "expedientes que la Justicia provincial no prioriza frente a otros de mayor trascendencia, porque para cualquier vecino la rotura de su medianera por una obra en construcción, un accidente de tránsito o algún incidente en la calle pueden ser grandes problemas".

Sobre la seguridad en un hipotético marco de autonomía, en el Palacio de los Leones proyectan una mayor injerencia municipal en el diseño de políticas, su aplicación y control, tomando las experiencias en algunas ciudades de España, Canadá y Australia con las policías locales.

"No necesariamente pasaría por crear una nueva policía como en la Capital Federal pero sí por el traspaso, y su dependencia directa del municipio, de unidades vinculadas con el orden público y la seguridad comunitaria", dijo Ghirardi.

La opción le otorgaría al intendente la potestad de designar a los jefes de esas áreas, incluso con el soporte de un mecanismo de consulta ciudadana, y de removerlos, llegado el caso. Lógicamente, habrá que articular tareas con la provincia y diseñar un mecanismo de obtención de recursos.

Si bien los proyectos descansan en un borrador, en Buenos Aires 711 reconocen la existencia de contactos o conversaciones con especialistas en la materia.

Durante la última reunión del Foro de la Autonomía, lanzado en julio de 2008, se decidió abrir en cada distrito el debate en torno a un reclamo histórico del socialismo.

Incluso el gobernador Hermes Binner Binner volvió a resaltar ayer la importancia de la autonomía municipal, aunque aclaró que primero debe haber una reforma constitucional.

Otra opción es consagrarla mediante una ley, pero la última gestión de Jorge Obeid en la provincia cuenta con un antecedente adverso, en función del envío de un proyecto que encontró sólidos obstáculos parlamentarios.

Javier Felcaro

La Capital