El actor Joe Rígoli murió ayer en Mar del Plata, a los 78 años, en una clínica de la ciudad de Mar del Plata a causa de un cuadro de anemia y neumonía. La noticia del fallecimiento fue confirmada por un familiar del artista que en las décadas del 60 y el 70 lució su histrionismo y gozó de gran popularidad en Argentina con ciclos emblemáticos, algo que repetiría en España donde vivió vivió dos décadas en los últimos años del franquismo y el comienzo de la transición democrática .
Enrique Acosta, primo del artista nacido con el nombre Jorge Alberto Ripoli el 5 de noviembre de 1936 en Buenos Aires, confirmó a la agencia Télam que el fallecimiento se produjo en el Sanatorio Central EMHSA de Mar del Plata, ciudad donde el actor residió los últimos cuatro años, a causa de un cuadro de anemia y neumonía.
"Llegó a internarse por un cuadro de neumonía y anemia, ya que vivía prácticamente en la indigencia", indicó Acosta sobre el actor que brilló en ciclos como "La nena", donde con el personaje de Coquito formó un entrañable trío junto a Marilina Ross y Osvaldo Miranda; "Viendo a Biondi" y "La tuerca", donde compartía cartel con Nelly Láinez y Vicente Rubino, luego de lo cual -en 1982- fue invitado a participar de una nueva versión de aquel popular programa.
Muy popular por su participación en aquellas legendarias tiras y ciclos de humor de la televisión en blanco y negro, más recientemente, aunque hace casi 10 años, participó en "Casados con hijos"; en 1991 actuó en el ciclo "Los Libonatti", y tuvo su último papel como comediante en 2006 en la película infantil "El ratón Pérez", cuando todavía vivía en la Casa del Teatro de Buenos Aires.
"Mirá, cuando la ganás fácil, la gastás fácil. Y regalé mucho, autos, departamentos a amigos, acá, en Europa. Yo pensé que era para toda la vida. En la Argentina la última guita grande la hice con «El Ratón Pérez», y cobré 250.000 pesos", contó hace poco al diario La Capital, de Mar del Plata, en relación a los motivos que lo llevaron a vivir casi como indigente, a pesar de su exitosa carrera.
Rígoli nació en un conventillo del barrio de Palermo y empezó su carrera a los 14 años desplegando y acomodando sillas en un circo. En 1961 debutó en el cine en "Asalto en la ciudad", de Carlos Cores, y desde entonces participó en doce largometrajes, protagonizando "El novicio rebelde" y tomando distintos roles en películas como "El destrálogo", "Cuidado con las colas", "Escándalo en la familia", "En una playa junto al mar" y "Mi mujer no es una señora".
En teatro, Rígoli trabajó en obras como "¿Será trolo mi marido?", con Adriana Brodsky y Susana Romero; "Raíces gitanas y algo más" y "Más locas que una vaca", en las que desplegó su timing para la comedia. A principios de los setenta se trasladó a España con su entonces esposa, Susana Mayo, y fue contratado por Televisión Española (TVE), donde alcanzó una enorme popularidad con su personaje "Felipito Takatún".
En los años siguientes se consolidó como contrapunto humorístico en diferentes programas de variedades, concursos e infantiles de TVE, como "Tarde para todos", "Fantástico", "Lápiz y papel" o "El kiosco".
Debido a sus problemas económicos, decidió ingresar a la Casa del Teatro de la ciudad de Buenos Aires y en 2010 regresó a vivir a España junto a su última pareja, Fátima, una mujer 33 años menor que él. "Durante el tiempo en el que vivió en la Casa del Teatro, Joe estuvo muy mejorado y cuidado gracias a Lydia Lamaison que era un ángel", apuntó su primo.
Y enseguida recordó que Joe Rígoli y Ricardo Bauleo "iban los domingos a almorzar a la casa de nuestra prima y esa vida familiar lo tenía muy contenido y tranquilo".
Volvió al país en los últimos años y se fue a vivir a Mar del Plata, donde residía en la casa de un empresario amigo que lo acogió, y desde allí anunció que tenía pensado hacer un programa de televisión que se llamaría "Buenas noches con humor", dar clases de teatro y hacer una película titulada "Mi papá es mío".
El impacto en España
El humorista vivió dos décadas en España donde alcanzó una posición económica holgada. “Tuve épocas de ganar 100.000 dólares mensuales”, confesó alguna vez Rígoli. Aunque al regresar a Argentina terminó en la ruina, el dinero no parece haber sido un estímulo en su vida y se mantenía siempre optimista, pese a los avatares, según la crónica del diario madrileño El Mundo que destaca una frase del actor: “Todo lo que se compre con dinero es barato. Hay dos maneras de vivir: disfrutando lo que tenés o sufriendo lo que te falta”.