La mayoría de los jóvenes rosarinos considera que los adultos,
incurriendo en fallas de conducta o ayudándolos a sortear prohibiciones, son también responsables
de los niveles de consumo adolescente de alcohol y tabaco.
La conclusión surgió de los talleres sobre prevención de adicciones
realizados en escuelas secundarias de Rosario y de los resultados de una encuesta a jóvenes y
adolescentes de la ciudad sobre el consumo de alcohol y tabaco (600 sondeos a hombres y mujeres de
entre 15 y 25 años en espacio públicos).
En ese sentido, el presidente de la comisión de Adicciones y Control del
Narcotráfico de la Cámara de Diputados nacional, Fabián Peralta (GEN), advirtió que “uno de
los datos de las encuestas que más sorprendió es que el 67,6 por ciento reconoce la responsabilidad
de los adultos en el consumo de sustancias tóxicas”.
Discriminando las respuestas según el género, el 64,61 por ciento de los
hombres encuestados estimó que los adultos son responsables de los niveles de consumo
adolescente.
Aunque el porcentaje ascendió a 70,97 en el caso las mujeres que
respondieron al cuestionario.
“En los talleres los discursos adolescentes también señalaron la
responsabilidad de los adultos en el consumo de alcohol y tabaco por parte de los jóvenes”,
dijo el legislador.
Es que algunos chicos aseguraron que “casi nunca” los
adultos dan el ejemplo con su conducta. Y que los adultos ayudan a sortear las
prohibiciones.
“Te acompaña un hermano mayor o un tío y te venden alcohol”,
sintetizó el relato de uno de los jóvenes.
Peralta también advirtió acerca de testimonios de adolescentes que
contaron “cómo sus padres consumían alcohol delante de ellos y los invitaban a tomar”.
Los resultados de las encuestas, además, arrojaron datos sobre cuáles
son los principales motivos en los que radica la responsabilidad de los mayores en el consumo.
El diputado destacó que en los talleres aparecieron alumnos “que
asumieron su responsabilidad al decidir consumir” y que también le asignaron una
responsabilidad “a sus propios amigos en la
determinación”.
“Uno sólo se envicia, no tienen la culpa los adultos”,
“No tanto influyen tus viejos, son tus amigos los que sí tienen peso”, fueron otros de
los argumentos de los jóvenes de entre 14 y 15 años.