Una mujer denunció ayer que un taxista intentó abusar de su hija de 12 años el domingo a la madrugada, mientras la llevaba de regreso de una discoteca céntrica a su casa en zona oeste. Siempre según ese relato, la nena volvía alrededor de las 5 junto a un amigo y dos amigas, que se bajaron antes, y cuando el taxi se aproximaba a su hogar el chofer le dijo a la chica que la llevaría la seccional policial y que se pasara al asiento de adelante. "Mi hija se asustó porque no es idiota: se dio cuenta de que iban en dirección contraria a la comisaría y que el tipo la quería tener al lado", explicó Silvina H. (36) a La Capital. Su reacción fue temeraria: abrió la puerta y, con el auto en marcha, se tiró al pavimento, por lo que sufrió algunas escoriaciones. Por esa razón, pero sobre todo por lo que dijo haber vivido, la nena quedó en observación en el Hospital Vilela, atendida por el Grupo de Atención al Maltrato Infantil (Gami).
Anoche, las incongruencias iniciales entre el horario del incidente que refirió la madre de la nena y el que consignó la dirección del Vilela sobre su ingreso se fueron disipando. Es que el rastreo satelital del taxi que encararon las secretarías de Control y Convivencia Ciudadana y Servicios Públicos reveló coincidencias entre el testimonio de la mujer y los movimientos del vehículo. Prueba que será elevada hoy al Ministerio Público de la Acusación.
Al respecto, el relato de la mujer ante este diario fue muy detallado: "La nena salió del baile, adonde va siempre con una o dos amigas, y primero esperó el ómnibus. Como no llegó, terminaron tomando un taxi en Maipú y San Juan".
Lo que la mujer llama "el baile" es, en rigor, la discoteca Amnesia, de Maipú al 1000 (antes Stadium, Planet, Sonic, Start), que admite a menores de entre 14 y 18 años. Obviamente, no de 12.
Para la concejala Daniela León, autora de un proyecto que impulsa abrir boliches en horarios y días especiales para adolescentes, desde otro ángulo el caso también ilustra "lo increíble que es que en Rosario no se logre aún regular la diversión de los menores".
Aunque dijo desconocer qué recorrido hizo el auto, Silvina sí sabía que la chica había viajado con dos amigas y un amigo que tenía sólo 37 pesos. Como el dinero no alcanzaba, antes de que su hija llegara al hogar el taxi dejó a las otras chicas, que a su vez aportaron algo más de plata. La última en bajarse sería su nena.
Estaban llegando a la cuadra de Virasoro al 6100 (Villa Nueva), donde ambas viven junto a la abuela de la nena y una tía, cuando la chica "le dice al tachero «para acá», pero el tipo no paró", contó la mujer, que en "justo en ese momento" se encontraba con su pareja dentro de un auto y vio pasar al taxi. "Pero nunca me imaginé que mi hija iba adentro", sostuvo.
Según Silvina, la nena le contó que "el tipo siguió de largo, dobló a contramano por Garzón y fue para Godoy (Presidente Perón), y de ahí volvió a Virasoro y Rouillón, mientras le decía que se pasara al asiento de adelante, que él la iba a llevar a la comisaría".
Pero como la nena "no es idiota", rápidamente se dio cuenta de que iban para el lado contrario a la comisaría y de "que el tipo la quería tener al lado", afirmó, por lo que, "como iban despacio y ella estaba muy asustada, abrió la puerta y se tiró".
En ese punto, afirmó la mujer, el taxista, "un hombre medio pelado de cabello oscuro, de 30 a 40 años, manoteó a la nena de los pelos y le tironeó del corpiño". Aun así la chica terminó sobre la calle y al caer se "raspó con unos vidrios".
Todo el episodio ocurrió a menos de media cuadra de un boliche "de baile chamamecero" donde trabaja el padrino de Silvina, que en ese momento se encontraba en el lugar junto a su hijo (primo de la mujer) y otras personas. Entre todos socorrieron a la nena y llamaron a la madre.
"Ahí mi primo me dijo que la habían querido manosear, así que enseguida fui para allá con mi pareja y después vinimos al Vilela", dijo la mujer, quien además radicó la denuncia en la seccional 19ª.
Para la mujer, el grave incidente "fue una lección" para sí misma y para su hija, que cursa 5º grado. "Todos se enojaron conmigo porque soy responsable de dejarla andar por la calle a esa hora", admitió, a la vez que interpretó que el hecho también puede "enseñarle" a la chica "los peligros de la calle, sobre todo porque ella es corpulenta, más grandota que yo, y los tipos pueden creer que es mayor".
Según la mujer, el incidente se dio alrededor de las 5, ya que recibió llamado de su primo a las 5.20. Sin embargo, en ese punto aparecen algunas contradicciones que conspiran contra la posibilidad de que la Municipalidad logre chequear qué taxis (si es que ese tenía un GPS) circulaba minutos antes por la zona de San Juan y Maipú.
De hecho, según los registros del Vilela, la nena ingresó al hospital junto a su madre entre las 3.30 y las 4 del domingo, es decir, antes de la hora referida por Silvina.
La directora del centro asistencial Stella Binelli, contó que a la nena se le constataron "escoriaciones a nivel pectoral, en codo y rodilla izquierda". En principio lesiones leves y compatibles con la caída del taxi relatada por la nena y su mamá. "El resto del examen físico dio normal", detalló la médica.
A partir de entonces, la chica quedó en observación en la guardia, atendida por los profesionales del Gami. "Por ejemplo, por la psicóloga y la trabajadora social", explicó Binelli. Recién cuando estuviera listo el informe, la nena sería dada de alta. Para la directiva, ahora habrá que investigar en detalle lo ocurrido, ya que en el hospital sólo cuentan con lo que denominan un "relato de inicio", que luego "tendrá que irse despejando".
Medidas de seguridad
La comisión de Seguridad del Concejo Municipal recibió ayer a integrantes de diferentes entidades que agrupan a los taxistas, que plantearon sus visiones sobre la temática. El presidente de la comisión, el justicialista Diego Giuliano, aludió a las situaciones de inseguridad que afectan a los taxistas e hizo mención a la necesidad del cumplimiento de la ordenanza que regula lo relacionado con las medidas de protección para los vehículos de alquiler.
Herida por una supuesta bala perdida
Una nena de 9 años permanecía ayer también internada en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela después de llegar el domingo al anochecer con una herida de bala. Según el relato de la mamá, la chica había recibido el tiro —”supuestamente, una bala perdida”— en la zona de Constitución al 5300, donde vive.
La directora del centro de salud, Stella Binelli, contó que la chiquita presentaba un “orificio de entrada de la bala a nivel dorsal medio y otro de salida en la zona supraclavicular”. Afortunadamente, el balazo “no generó lesiones óseas ni en el paquete vásculo-nervioso”, detalló.
Como es de rigor, el caso generó una denuncia policial y obligó a la intervención del Grupo de Atención al Maltrato Infantil (Gami).