Miles de seguidores del ex primer ministro Silvio Berlusconi se concentraron en el norte de Italia para protestar contra la reciente condena por fraude fiscal en su contra. Los manifestantes vitoreaban a su líder mientras la policía antidisturbios separaba a los partidarios de los detractores del ex primer ministro, que también concurrieron al lugar.
Los partidarios acudieron a la concentración denominada "Todos por Silvio", de su partido Pueblo de la Libertad (PDL), en la plaza frente a la catedral de Brescia, una ciudad industrial y bastión político del líder conservador. Cuando llegaban, algunos de los adversarios del ex primer ministro que gritaron "cárcel, cárcel", la policía se interpuso entre ambos grupos para evitar la violencia.
El tribunal de apelaciones de Milán confirmó además el pasado miércoles una pena de cuatro años de cárcel y cinco de prohibición para ocupar cargos públicos. Berlusconi, quien ocupa un escaño en el Parlamento, apelará ante un tribunal superior, de Casación.
"Hay magistrados politizados cegados por el prejuicio y el odio que me tienen", dijo Berlusconi ante la multitud. "Quiero enviarles un diáfano mensaje desde aquí: pueden hacerme cualquier cosa, pero hay una cosa que no pueden: ser líderes del Pueblo de la Libertad, mientras millones de italianos así lo quieran".
El multimillonario culpa de sus problemas judiciales a "la izquierda" y a la "magistratura roja". Pero sus críticos señalan que bajo sus gobiernos se hicieron leyes a medida para aliviar sus apuros judiciales, prolongando la batalla en los tribunales hasta que se cumpla la prescripción de los delitos.
"Desgraciadamente, nuestros magistrados nunca pagan por sus errores", dijo Berlusconi, en medio de vítores de sus seguidores, mientras sus oponentes, más alejados, lo abucheaban y mostraban carteles preguntando si temía a la Justicia.
"Estoy aquí, estoy aquí, estoy aquí, y permanecerá aquí más decidido que nunca", declamó Berlusconi, quien habló durante casi una hora sin discurso preparado y de forma espontánea. "Si alguien trata de intimidarme, se equivoca. No me conocen, y no los conocen a ustedes", agregó desde Brescia.
Vigencia política. Berlusconi salió airoso de la prueba electoral del pasado febrero, cuando su partido logró casi tantos votos como la centroizquierda, que se pronosticaba la gran triunfadora. Siguieron semanas de incertidumbre, que llevaron a una profunda crisis del principal partido de centroizquierda, cuya directiva renunció al no poder designar presidente de la república al ex premier Romano Prodi. Entonces se logró in extremis un acuerdo para que el presidente saliente, Giorgio Napolitano, continuara en su cargo. Luego se acordó que Enrico Letta, de la centroizquierda, encabezara un gobierno de coalición en el que el partido de Berlusconi tiene la vicepresidencia y el ministerio del Interior, entre otras carteras.