El pibe de Teodelina, que debutó con sólo 17 años en la primera de River Plate, que lo había cobijado en su cantera luego de que en Quilmes no le dieran cabida por su baja estatura, volvió a jugar en Núñez. Pero por esas cosas del destino, casi una década después de aquel estreno, Diego Buonanotte volvió a tomar altura en el Monumental, aunque ¡jugando para el Cervecero! Y con su buena actuación, ayudó a que el flojo equipo de Falcioni se llevara un punto: hizo el golazo del primer empate y a la salida de un tiro libre suyo llegó la igualdad definitiva. Sí, al poderoso millonario le creció un Enano.
Quilmes fue muy mezquino, a tal punto que luego Marcelo Gallardo diría que "no lo perdimos porque Quilmes no hizo demasiado para ganarlo. Jugamos uno de los peores partidos". En esas palabras está el resumen del partido. River no hizo los deberes, no pudo volver a tomar altura después de caer en Oruro por la Copa Libertadores y la sensación fue que, cuando se lo proponía, su rival podía lastimarlo.
Por eso, Quilmes pudo empatarlo dos veces. Y en ambas tuvo mucho que ver Buonanotte. Primero apilando de derecha al medio para terminar sacando un zurdazo bajo, cruzado e inatajable. Y luego enviado un tiro libre al área mal rechazado, que Carrasco tomó para habilitar rápido a Romero, quien también definió cruzado.
Y no hubo mucho más de Quilmes pese a que River parecía muy golpeado. Es que le costó marcar sus goles y aunque tuvo otras chances, no pudo. En el que abrió la cuenta, si bien Mayada le metió una asistencia bárbara a la cabeza de Teo Gutiérrez, picándola antes que le saliera Assmann, cuando recibió de Pisculichi estaba adelantado. En el segundo, el colombiano penetró al área, hubo un rebote y Ponzio, recién ingresado por el lesionado Martínez (ver aparte), sacó un zurdazo que se metió por el medio del arco.
Pero lo dicho, el Cervecero le empató las dos veces y se llevó lo que fue a buscar. Lo mismo que Buonanotte, que habrá imaginado una actuación así y un gol que terminaría no festejando, con las manos unidas hacia la tribuna pidiendo perdón. Eso sí, cuando Romero marcó el definitivo, el primero que fue a gritarlo con él fue el Enano, quien formó parte del plantel de River al que le tocó descender.
“No encontramos los circuitos de juego. No hay muchas excusas: jugamos mal”, dijo sincero el Muñeco Gallardo. "El concepto no hubiera cambiado si ganábamos". Mientras que Buanonotte reflejó lo que sintió todo Quilmes: "Le empatamos al mejor de todos". Cara y ceca de un 2-2 que separó bien las aguas, y que dejó más preocupado a River.