Con cabestrillo, rengueando, con raspones y algunos hematomas que recién se insinuaban, catorce integrantes del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Rosario desfilaron en el 108 aniversario de la ciudad de Neuquén. Después armaron audio y video con los equipos que pudieron y dieron la conferencia que habían planeado, para un público que los aplaudía sin parar mientras el locutor explicaba la escena con una síntesis elocuente: "¡no los para nadie!". Dos horas antes, a las 19, del viernes pasado, el colectivo en el que viajaban rumbo a los festejos había protagonizado un accidente en la ruta 152 que sólo por milagro no terminó en tragedia.
Ayer, mientras llegaba a Rosario el grueso del contingente que viajó a la Patogonia Central invitado por la comunidad neuquina, el portavoz del Centro, Julio César Mas, relató a LaCapital los sinsabores del viaje. El jueves, a 40 kilómetros del destino, el colectivo "Generación Malvinas en movimiento", con el que la entidad viaja para realizar campañas de difusión, levantó temperatura. El incidente mecánico los obligó a pasar la noche en General Acha. El viernes se enteraron que la compañía de seguro tenía convenio con un servicio de auxilio de esa zona.
"Llegó un camión tipo track (sólo la cabina) y comenzó a llevarnos de tiro, atado con una lanza), relató Mas. Y dio la primera pista de lo que en pocos minutos se convirtió en un accidente de película de acción.
"No nos habilitó una manguera para los frenos de aire y en una bajada muy pronunciada de la ruta 152, el colectivo se va contra el camión sobre el que termina montando", narró Mas. Ese envión desestabilizó a los vehículos que terminan volcando y enfrentados "panza contra panza", en el desierto "en medio de la nada".
"Sólo pensaba que la película iba a terminar en algún momento, el tiempo en que volcamos y derrapamos de costado parecía eterno", evocó el ex soldado.
Desde la camioneta Partner en la que se había repartido el resto del grupo de ex combatientes para el viaje no podían creer lo que estaban viendo. "El colectivo no terminaba de volar por sobre el camión antes de caer de punta y volcar", describió Mas.
De repente todo quedó quieto y empezamos a escuchar las voces que se quejaban y los gritos de Rubén Rada que encima tenía una butaca, un compañero y varios bolsos encima", contó Mas.
Los menos afectados rescataron al resto, que terminó contuso, con cortes y puntos en las heridas. "Nada grave, teniendo en cuenta el accidente, por eso apenas salimos de eso festejamos estar vivos", comentó. Y dijo que en ese instante decidieron cumplir con el objetivo que los había llevado al sur. "Con los equipos que quedaron sanos dimos la conferencia y a pesar de los golpes, desfilamos", narró Mas.
El gesto no pasó desapercibido para la gente y las autoridades de Neuquén, que además les allanaron el camino tanto para las curaciones como para resolver las demás diligencias (ver aparte). El locutor estaba en lo cierto cuando hizo llorar de emoción a los participantes del festejo.
Silvia Carafa
La Capital