Europa es hoy un modelo de convivencia para el mundo, pero necesita hacer más para preservar la paz mundial. Este fue el mensaje que lanzaron los líderes europeos durante la ceremonia de conmemoración del centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial. Hace cien años, las tropas alemanas decidieron invadir un país neutral, Bélgica, en un conflicto que le costó la vida a cerca de 16 millones de personas. El 4 de agosto de 1914, el ejército alemán violó la neutralidad de Bélgica e invadió el país, desencadenando una batalla en Lieja en la que los belgas ofrecieron gran resistencia y permitieron que Francia y Reino Unido ganaran tiempo para prepararse para una larga y devastadora guerra.
El presidente deAlemania, Joachim Gauck, aprovechó para recordar la necesidad de aprender de la Historia. "Juntos, tenemos la responsabilidad del mundo", indicó. "No podemos mantenernos indiferentes mientras se violan los derechos humanos, cuando se amenaza o se actúa con violencia". Pero sólo se refirió a los conflictos en Medio Oriente o Ucrania de manera indirecta. "De nuevo se viola el derecho internacional en una región, en otras regiones del mundo se aplica el derecho a la guerra o se actúa con una violencia desproporcionada. Demostremos no sólo con palabras de recuerdo y conmemoración, sino también con nuestra actuación en el presente y en el futuro que hemos aprendido realmente nuestra lección", indicó Gauck. También admitió que "nada podía justificar" la invasión iniciada por su país en 1914 ni el "horror" que provocaron los ataques. La ocupación alemana de Bélgica perpetró numerosos crímenes de guerra contra la población civil.
El jefe del Estado alemán pintó una imagen dura de la situación actual del mundo y condenó la violencia, las guerras civiles y el terror. "Todavía hoy en día la política y los convencimientos nacionales o religiosos siguen utilizándose como justificación de la violencia y el asesinato". En base a esto, reclamó a los gobiernos actuar a favor "de la libertad y el derecho, de la resolución y la tolerancia y a favor de la justicia y la humanidad". "En lugar del derecho de los más fuertes prevalece ahora en Europa la fuerza del derecho", agregó ante representantes de 83 países invitados al acto.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, se refirió a la crisis en Ucrania, Irak, Siria y la Franja de Gaza, recordando que es "el deber de Europa" mandar un mensaje de paz. "No podemos ser simplemente los guardianes de la paz, no podemos simplemente evocar el culto de la memoria. También tenemos responsabilidades", afirmó. "El mayor riesgo que se cierne sobre nosotros es el regreso al egoísmo nacional, al separatismo o la xenofobia".
Mientras, el primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, recordó que con frecuencia algo pequeño es capaz de despertar "las peores tensiones". El político empleó la ocasión para destacar el papel belga durante la Primera Guerra Mundial.
Reconciliación.El príncipe William de Inglaterra también aprovechó para evocar las amenazas internacionales y destacar la presencia ayer de Alemania y Austria "como símbolo de la reconciliación. Fuimos enemigos en más de una ocasión en el último siglo", recordó. "Hoy somos amigos y aliados", agregó el príncipe Guillermo de Inglaterra acompañado de su mujer, Kate. Entre los asistentes a los actos conmemorativos en la localidad belga de Lieja se encontraba también el rey Felipe VI de España.
"Esta conmemoración es indispensable para construir mejor el futuro. La Europa pacificada, unificada, democrática que nuestros abuelos soñaban, la tenemos hoy. Sigamos mejorándola", celebró el rey belga.
Más tarde, William y Kate y el primer ministro David Cameron estuvieron en el cementerio militar de Saint-Symphorien, en el sur del país. Allí enterraron al primero y el último de los soldados británicos caídos en la Primera Guerra Mundial. Asimismo, se hizo una misa en la catedral de Londres a la misma hora en que el Reino Unido declaró la guerra hace 100 años.