En las horas previas a conocer si la Justicia habilita una nueva prórroga a Vicentin, el grupo de acreedores liderados por la corredora Grassi -hasta aquí el más crítico del proceso concursal- volvió a manifestarse en contra de la salida formulada por la agroexportadora. Mariano Grassi, titular de la tradicional firma cerealista, indicó que la actual propuesta "nació para no prosperar", al tiempo que ratificó tener "todo listo" para un eventual proceso de salvataje.
Grassi y un núcleo de 50 empresas del agro batallan para que la salida a la crisis sea a través del denominado cram down, en el que sean los propios acreedores quienes ofrezcan una salida al conflicto. Para que ello suceda, primero debe fracasar la alternativa actualmente en danza, que supone el traspaso del 95% del paquete accionario a la Asociación de Cooperativas Argentinas, Molinos Agro y Viterra Argentina (ex Glencore).
"No lo van a lograr. El camino que eligieron es el peor", opinó el empresario, quien objetó que muchas de las adhesiones que Vicentin presentó pertenecen a acreedores que están de uno y otro lado del mostrador, entre ellos los propios accionistas y las cooperativas asociadas a ACA.
Hasta aquí, según consta en el expediente, la agroexportadora acompañó 503 avales, sobre un mínimo de 875 que requiere el concurso. Como el último plazo para presentarlos es el próximo jueves 31, la compañía solicitó una prórroga de 90 días, que el juez Fabián Lorenzini tiene bajo estudio.
Tal como informara este medio, tanto la sindicatura como los interventores brindaron apoyo a la solicitud, mientras que resta conocerse la opinión del comité de acreedores. En éste participan los bancos, tanto el Nación como los extranjeros, que a fin de cuentas son los que poseen la llave del expediente. En el órgano estatal adelantaron su rechazo, mientras que entre la banca extranjera no adelantaron posiciones.
"Que un banco extranjero como el Banco Mundial (se refiere al IFC, el más importante entre los acreedores privados) apoye una propuesta que rechaza el Estado argentino, es difícil. Por fuera de esto, además hay otra serie de dificultades que tiene la propuesta para aprobarse, puesto que tiene muchos visos de ilegalidad y hay que ver qué dice el juez. Además, también está que el Estado te puede pedir la quiebra", dijo Grassi, quien concluyó que la propuesta de Vicentin "nació para no prosperar".
Así las cosas, el empresario cerealista puso sus fichas en un eventual proceso de salvataje, donde asegura tener "todo listo" para presentar una propuesta cuando la Justicia así lo habilite. Consignó que la misma prevé recupero total de los créditos para los acreedores granarios, al tiempo que cuenta con el respaldo de "un inversor fuerte" cuya identidad aún no puede revelar.
"La propuesta nuestra no contempla que el Estado ponga un centavo", ratificó Grassi.
La corredora rosarina agrupa cerca de medio centenar de empresas afectadas por el default de Vicentin, que totalizan acreencias por unos u$s 120 millones. Vale recordar que del concurso hay un total de 1.758 acreedores, con deudas por cerca de u$s 1.600 millones.