La tregua inflacionaria que impuso el congelamiento de precios dispuesto por el gobierno entre febrero y mayo parece quedar en el pasado. Por fuera de los productos que un puñado de grandes cadenas se comprometieron a mantener con valores estables, el deshielo se aceleró en el mercado de productos de consumo masivo desde junio.
Así lo confirman, además del bolsillo de los consumidores, distintos estudios privados, como uno reciente del Intituto de Estudios de la Realidad Económica Latinoamericana (Ieral), como pequeños y medianos comerciantes.
"De acuerdo a las primeras estimaciones disponibles de la inflación mensual de junio, el ritmo de crecimiento de los precios se habría acelerado, volviendo a niveles similares al andarivel de principios de año", señala el centro de estudios ligado a la Fundación Mediterránea.
El estudio atribuye este comportamiento a varias razones, entre las que destaca el descongelamiento de precios ("es notorio el crecimiento de la inflación en alimentos y bebidas", apunta), pero también por efecto de una mayor tasa de devaluación del dólar oficial y del crecimiento de los salarios.
De hecho, la demora en el cierre de las paritarias fue un factor de contención de precios en la primera parte del año. Con los primeros acuerdos, volvió la remarcación.
Aumentos. Juan Milito, presidente del Centro Unión Almaceneros de Rosario, indicó que según un relevamiento que realizaron entre los asociados se registraron subas de entre 12 por ciento y 14 por ciento durante los primeros seis meses del año, principalmente entre las 20 marcas líderes de alimentos y artículos de limpieza. Las alzas en los productos derivados de harina de trigo fueron "el caso extremo".
Según el referente local este significativo incremento no logró ser contenido por el acuerdo de estabilidad de precios de 500 productos de la canasta básica impulsado por el gobierno nacional. Es que esa lista "sólo incluye entre un 10 y 15 por ciento de lo que consume habitualmente una familia".
Milito manifestó que —según el sondeo entre las empresas proveedoras respecto al ritmo de los precios— a lo largo del año se estaría registrando un incremento de entre 25 y 28 por ciento.
"Esto tiene un porqué y es el oligopolio, la concentración económica en los rubros alimentarios y de limpieza", indicó al tiempo que mencionó que en el segmento de panes envasados, que manejan un 80 por ciento del mercado, "los incrementos son exorbitante".
El presidente del Centro Unión Almaceneros de Rosario sostiene que el encarecimiento de los productos de primera necesidad está anclado en que "las grandes empresas tienen una toma de ganancia desmedida y no hay relación entre los valores de materia prima, los insumos y valor agregado por trabajo que forma parte del valor que hoy tiene la mercadería".
Referencia. Juan Marcos Aviano, presidente del Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), se mostró convencido de que los acuerdos de precios generaron un parate en las alzas.
No obstante, planteó que tanto el gobierno nacional como los empresarios deberían analizar profundamente una salida para frenar definitivamente la inflación, un proceso que los consumidores deberían acompañar.
"Cuando se sale de los acuerdos de precios vienen los aumentos, así que habría que analizar nuevas alternativas para tener un equilibrio en los precios de la canasta", señaló Aviano. Mientras tanto, el dirigente señaló que la canasta de 500 productos congelados es una "muy buena alternativa".
Según el índice de inflación que da a conocer todos los meses en el Congreso, en base a un promedio de las consultoras privadas, los precios aumentaron 1,93 por ciento, un salto importante respecto de los resultados que arrojaron las mediciones de los cuatro meses previos.