Ministros del gobierno y referentes de Cambiemos siguieron ayer con tensión la disparada del dólar y expusieron sus diferencias sobre el rumbo de la economía y eventuales cambios en el gabinete.
Ministros del gobierno y referentes de Cambiemos siguieron ayer con tensión la disparada del dólar y expusieron sus diferencias sobre el rumbo de la economía y eventuales cambios en el gabinete.
Mientras el presidente Mauricio Macri mantuvo su agenda oficial y no se refirió a la cotización del dólar, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, negó un "fracaso económico" y eventuales cambios en el equipo, situación que sin embargo no fue descartada poco después por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
En tanto, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, subrayó que el país se encuentra en "una dificultad" y que el hecho de "no reconocerlo es no entender lo que le pasa a la gente".
El primero en hablar fue el jefe de ministros, que se expresó sobre la situación del dólar antes de que comenzaran a operar los bancos. "No creemos que estemos ante un fracaso económico", dijo, y consideró que un cambio en el equipo de gobierno "no es la solución que está pensando el presidente".
"No estamos pensando en que haya una solución mágica por esa vía tampoco", insistió, y aseguró que "Argentina saldrá fortalecida de este proceso porque se tomaron las medidas necesarias para resolver los indicadores estructurales".
Horas después, con el dólar a 42 pesos en algunos bancos, Frigerio tomó distancia de Peña y no descartó cambios en el gabinete. "El equipo puede cambiar, como también los instrumentos de políticas que logren los objetivos que nos hemos fijado al inicio de la gestión", resaltó el titular de Interior, que también indicó que el país está "atravesando un río embravecido, pero tiene un capitán que lleva el timón con mucha firmeza y los marineros, el equipo, es totalmente prescindible".
A la vez, en su exposición en el Consejo de las Américas Frigerio dijo que "no hay que subestimar los problemas" del país y evaluó que "los cambios que hay que hacer son culturales y llevan tiempo".
Luego, en declaraciones periodísticas, volvió a darle aire a un cambio de Gabinete al sostener que "en el equipo los ministros" con "fusible" que pueden ser cambiados por el presidente, que "es el director técnico".
"No nos podemos nunca enamorar de los instrumentos, lo único relevante son los objetivos, y algunos exigen cambiar sobre la marcha. Si es necesario, hay que hacerlo. La situación es difícil, y eso obliga a repensar algunos caminos", enfatizó Frigerio. Dijo también que "lo peor es subestimar el nivel del problema que atraviesa el país" y diagnosticó que "es una crisis de confianza, de credibilidad".
En tanto, afirmó que no cree "en teorías conspirativas" de eventuales maniobras que intenten desestabilizar al gobierno y dijo que si se concreta la nueva negociación con el FMI "se van a aquietar las aguas".
Por su parte, Vidal consideró que el país está "ante una dificultad y no reconocerlo es no entender lo que le pasa a la gente".
"Van a venir meses difíciles y todos lo sabemos; los cambios en el dólar van a tener impacto en la inflación y actividad económica. ¿Estamos en un momento complejo? Sin duda. ¿Genera angustia? Sin duda. Pero estamos trabajando para resolverlo", resaltó la gobernadora.
Luego puntualizó: "Me preocupa que haya un traslado a los precios y a la canasta alimentaria, especialmente en la provincia de Buenos Aires donde vive la mayor cantidad de pobres de Argentina".
Intransigencia radical
Por su parte, el titular de la UCR y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, sostuvo que pese al "momento difícil" de la economía se debe "sostener el programa económico" y que "el mayor aporte que debe hacer la dirigencia oficialista y la opositora es apoyar" al presidente.
Tras exponer en el marco del Consejo de las Américas, que se desarrolló ayer en el hotel Alvear, Cornejo señaló que si bien la economía atraviesa por "un momento difícil", "no veo otra alternativa que no sea la de fortalecer el liderazgo presidencial". Al referirse puntualmente a la crisis, sostuvo que la economía "tenía una enfermedad que podía ser terminal y salió de esa situación, lo que no quiere decir que esté sana, no funcionan bien los mercados ni funciona bien el Estado".
"La situación es difícil, y eso obliga a repensar algunos caminos. Lo peor es subestimar el problema" (Frigerio)
Por Andrés Abramowski
Por Carina Bazzoni
Por Lucas Ameriso