La presidenta Cristina de Kirchner anunció ayer la autorización comercial de dos eventos biotecnológicos nacionales que permitirán la producción de soja resistente a sequía y de papas resistentes al virus PVY, lo que coloca a la Argentina entre los seis países que alcanzaron este tipo de desarrollo científico.
El anuncio fue formulado ayer en la Nave de la Ciencia, en Tecnópolis, por Cristina y los ministros de Agricultura, Carlos Casamiquela, y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, el gobernador Daniel Scioli y otros funcionarios nacionales.
Los dos eventos posicionan al país en un grupo muy reducido de naciones que incluye sólo a Brasil (uno poroto), Cuba (uno maíz), Indonesia (uno caña), China (5 cultivos) y Estados Unidos (más de 40).
La presidenta señaló que con el evento de soja resistente a sequía, la Argentina es la "primera en el mundo" que lo tiene.
Explicó también que con la aprobación del evento tecnológico de la papa resistente al PVY "ingresamos al selecto grupo de Estados Unidos, Cuba, Indonesia, China y Brasil, como el sexto país que produce estos eventos para ayudar a la agricultura".
Agregó que "estos no son eventos solo tecnológicos sino también económicos y sociales que van a producir más alimentos para la humanidad".
Casamiquela sostuvo que "el mundo demanda cada vez más alimentos y es por eso que necesitamos continuar aumentando la productividad de nuestros cultivos".
Autonomía. El ministro resaltó también que el país "también tiene que tener productos agrobiotecnológicos propios, que coronan los logros nacionales en materia de investigación agrícola, y esto hace que el país exhiba autonomía".
La cartera de Agricultura explicó tras el anuncio que si bien los cultivos genéticamente modificados se utilizan en todos los países que son productores importantes de alimentos y abastecedores del mundo, en su gran mayoría son casos de importación de tecnología extranjera.
Esta era la situación hasta hoy en Argentina, donde más del 90 por ciento de la soja, el maíz y el algodón que se produce deriva de cinco empresas biotecnológicas trasnacionales.
Liderazgo. Es la primera vez a nivel mundial que se aprueba un producto de tolerancia a sequía en soja y fue creado a través de un emprendimiento nacional con interacción público-privado y que permite mantener los rendimientos en condiciones de carencia temporal de agua, según explicó Agricultura.
Según la cartera, el evento fue desarrollado por el grupo de trabajo que conduce la doctora Raquel Chan, de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) e investigadora del Conicet. Luego esta tecnología fue incorporada en soja por la empresa nacional Indear, del grupo Bioceres (ver aparte).
En tanto, las papas sufren varias enfermedades virales endémicas que provocan pérdidas considerables para economías regionales del sur, centro y norte del país. El virus PVY (Potato Virus Y) es el principal de estas enfermedades y puede causar pérdidas económicas de hasta el 80 por ciento del cultivo y la infección usualmente obliga al productor a volver a comprar semilla de papa año tras año.
El nuevo evento es resistente a un virus que es endémico para todas las zonas de producción papera de Argentina. Además, si bien no eliminará la necesidad de volver a comprar semilla libre de estas y otras enfermedades en forma periódica, permitirá espaciarlo con 2-3 temporadas de resiembra, de "uso propio" por parte del productor, lo cual le dará más libertad para manejar su cultivo y reducirá sus costos.
Legislación
Las especies transformadas genéticamente deben ser aprobadas por la Conabia, que certifica que las modificaciones genéticas introducidas no impactan negativamente en el ambiente, y por el Senasa que avala que los cultivos no ponen en riesgo la salud humana o animal, que poseen las mismas características que la especie sin modificar.