El candidato presidencial de Consenso Federal, Roberto Lavagna, afirmó ayer que va a ser “presidente o nada”, aunque señaló que su espacio político está dispuesto a “sentarse en una mesa de diálogo” con el gobierno que resulte electo el 27 de octubre.
Consultado si será “presidente o nada” (en referencia a si aceptaría un cargo en un hipotético gobierno de Alberto Fernández), respondió: “Nada”.
No obstante, señaló que “eso no significa que el espacio político al que pertenezco no esté dispuesto a sentarse en una mesa de diálogo”, y recordó que “hace un año que venimos hablando de formar un gobierno de unidad nacional”.
Lavagna señaló además que se sintió “incómodo” en el debate realizado el domingo pasado con vistas a las elecciones del 27 de este mes, al no poder “contribuir” en contra de la polarización.
“Es cierto que me he sentido así (incómodo) porque era poco lo que se podía contribuir en términos de disminuir la fuerte polarización que predomina en la política argentina hace ya varios años”, explicó.
Para Lavagna, “es preferible que sea más flexible el debate y que haya tiempos distintos”, aunque analizó que habiendo “seis candidatos se hace difícil manejarlo”, y “es mejor que haya algo, a que no haya nada”.
El ex ministro de Economía afirmó que una de las cosas que le molestó durante el debate del domingo pasado fue “la sensación de que dos actores centrales no tenían mucha voluntad de diálogo entre sí”.
“Nosotros insistimos en la absoluta necesidad de un gobierno con mayores consensos. La crisis es compleja y se necesita que la política, en las cuestiones centrales, esté en la misma línea”, indicó.
“Hay que demostrar que se puede poner a la economía de pie de vuelta, que se puede generar empleo. Por eso es importante que haya representaciones múltiples en el Congreso, más allá de la elección presidencial”, sostuvo el postulante.
El segundo debate presidencial se realizará el próximo domingo, a las 21, en la Facultad de Derecho de la UBA, en la ciudad de Buenos Aires.