Las CGT opositoras de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, con la adhesión de la CTA de Pablo Micheli y organizaciones sociales, conducirán hoy un paro nacional en protesta contra el gobierno nacional y en apoyo a un diverso conjunto de reclamos, entre los que sobresalen las paritarias, la reducción del impuesto a las ganancias a los trabajadores, el aumento a los jubilados y mayor seguridad.
La huelga general interrumpirá los servicios de trenes y colectivos, el transporte aéreo, la recolección de residuos y los trámites en la Justicia federal. También alcanzará a las estaciones de servicio, servicios gastronómicos y de esparcimiento, y parte de la administración pública. En Rosario, la adhesión del gremio que nuclea a los docentes de escuela pública agrega un factor de peso a la hora de garantizar la inactividad.
El paro de importantes gremios de servicios irradia en los hechos el impacto de la medida de fuerza incluso en las ramas cuyos trabajadores está enrolados en sindicatos que no adhieren a la medida. En la región, por caso, gremios como bancarios, mecánicos, taxistas, mercantiles y municipales, explicitaron su rechazo a la huelga.
Aunque no se organizó un acto central, habrá decenas de piquetes, controles y concentraciones para garantizar el paro. Los camioneros se apostarán en la autopista a Buenos Aires, sin cortar pero vigilantes para que no transiten camiones. Los recolectores mantendrán varios piquetes. El principal funciona desde la cero de hoy en Ovidio Lagos y Avenida Circunvalación. La Corriente Clasista y Combativa se apostará, entre otros lugares, en Bv. Oroño y av. Circunvalación. Los accesos al cordón agroexportador también estarán "vigilados" por la CGT San Lorenzo.
Tamaño despliegue territorial se dará en paralelo al megadesembarco de fuerzas de seguridad nacionales en la ciudad, para combatir el delito complejo.
En la víspera, Moyano, Barrionuevo y Micheli brindaron una conferencia de prensa en la sede de la CGT Azopardo, donde coincidieron en señalar que la medida de fuerza tendrá una "adhesión masiva" y responsabilizaron al gobierno nacional por los posibles incidentes que pudieran ocurrir durante la jornada.
Moyano enfatizó que el sindicalismo opositor está dispuesto a sentarse a dialogar con el gobierno y subrayó que si la presidenta "diera respuesta a los reclamos, aplaudiríamos todos".
"¿De qué paro político me hablan?", planteó y sostuvo que "nadie puede negar que este reclamo es por todos los trabajadores".
Por su parte, Micheli consideró que la Presidenta "se ha transformado en la vocera de los grupos económicos y los empresarios al plantear la miserable opción de aumentos o despidos".
El 20 de noviembre de 2012 la CGT de Moyano había lanzado el primer paro contra el gobierno kirchnerista, medida de fuerza que contó también con la participación del Gastronómico Luis Barrionuevo, en tanto que la huelga de mañana cuenta además con el apoyo del sindicalista estatal Pablo Micheli.
El gobierno, a través de una solicitada del Ministerio de Trabajo, salió a minimizar la medida.