La CGT Azopardo, que conduce el Camionero Hugo Moyano, pidió ayer paritarias desdobladas y rechazó un tope salarial. La central obrera opositora al gobierno acordó exigir un aumento mínimo del 25 por ciento en las negociaciones. En tanto, el dirigente de Uatre, Gerónimo Venegas, adelantó que podría haber medidas de fuerza antes de marzo si no hay respuestas.
El dirigente camionero dijo que se analiza "un plan de lucha" por los reclamos que viene planteando contra el gobierno, pero minimizó la posibilidad de convocar en el corto plazo un paro nacional con las demás centrales opositoras.
"Si la inflación sigue creciendo, indudablemente se deberán partir las paritarias para que el salario no pierda poder adquisitivo", como hizo el gremio bancario, en un acuerdo inicial con los empresarios que ahora el Ministerio de Trabajo busca frenar, sostuvo Moyano.
Lo hizo al ingresar a la sede de la CGT sobre la calle Azopardo, donde encabezó la primera reunión del año del Consejo Directivo de esa central obrera, enfrentada a la Casa Rosada.
Tras el encuentro, los dirigentes Omar Plaini y Juan Carlos Schmid ofrecieron una rueda de prensa en la que informaron que el Consejo Directivo se mostró "preocupado" porque el gobierno busca "acotar los acuerdos salariales en porcentaje y duración".
Moyano remarcó que "hasta que no se resuelva" la actualización del piso del mínimo no imponible de ganancias no se va a poder "discutir las paritarias".
"Hasta que no se resuelva lo del impuesto a las ganancias, todos los aumentos que se logren se los va a llevar el Estado", el líder sindical, quien de todos modos anticipó que la base de los reclamos salariales será "el 25 por ciento", y remató: "De ahí para arriba".
Al ser consultado sobre la posibilidad de convocar a un paro nacional, respondió: "¿Qué paro? Cuando haya la necesidad de hacerlo lo vamos a decir con todas las letras". Igual, aclaró que "los tiempos se acortan" y señaló que están esperando que "pase este mes y después ver que pasa".
Dijo que es "incalificable" la postura del gobierno sobre las futuras negociaciones salariales, al señalar que "dicen que no habrá techos para los acuerdos, que la paritaria es libre, pero en realidad dicen una cosa y hacen otra", en alusión a la intención del Ministerio de Trabajo de no homologar el acuerdo que lograron los Bancarios. De hecho, fuentes moyanistas reconocieron que están siguiendo de cerca el caso de los Bancarios y exteriorizaron su malestar por lo que sucedió con ese gremio al considerar que "si el sindicato y las cámaras del sector se pusieron de acuerdo, el Ministerio de Trabajo debería limitarse a homologar el acuerdo".
A su vez, la CGT Azopardo anunció que hará una movilización al congreso en la primera quincena de marzo para reclamar por la universalización de las asignaciones familiares (en la actualidad las perciben sólo aquellos trabajadores que cobran menos de 5.200 pesos), para lo cual ya reunieron unas 500 mil firmas del millón necesario para impulsar la iniciativa a través del parlamento.
Por último, Moyano apuntó contra la CGT cercana al gobierno que comanda Antonio Caló, al afirmar que le da "pena" el rol de "algunos compañeros que se prestan a jugar un papel que los hace quedar mal y a maniobras dilatorias que no dan respuestas" de parte del Ejecutivo. De todos modos, dirigentes moyanistas indicaron fuera de los micrófonos que vienen manteniendo contactos con colegas de la CGT de Caló para intercambiar opiniones sobre la situación actual.