El gobierno provincial impulsa una iniciativa para que todo el transporte público utilice biodiesel, con la intención de "reducir costos y mitigar el impacto en el medio ambiente", según detalló el gobernador Miguel Lifschitz, quien junto a la secretaria de Estado de Energía, Verónica Geese, dejaron formalmente constituida ayer la denominada Mesa de Migración del Transporte Público a 100 por ciento Biodiesel.
La iniciativa involucra a la provincia, a las cámaras de transporte, tanto urbano como interurbano, y a las empresas de biocombustibles, además de técnicos y asesores, entre otros actores.
La propuesta, que posee un antecedente en el transporte local, procura la reconversión paulatina de los motores diesel a los de biodiesel, cuya polo industrial más importante está radicado en la provincia.
Al presentar la constitución de la mesa, Lifschitz afirmó que "es una iniciativa importante y con mucho futuro" y aclaró que "si no hubiese surgido la quita subsidios al transporte, igualmente seguiríamos promoviendo el uso de biocombustibles".
Según el gobierno, el valor del litro de biodiesel está unos diez pesos por debajo del gasoil.
Lifschitz dijo además de reducir costos y reducir el daño ambiental "hay otra ventaja, que es el apoyo a la industria local".
Explicó que "en Santa Fe se genera el 80 por ciento del biodiesel del mercado, es una industria que genera empleo y enriquece la cadena de valor de la soja".
Además, el gobernador destacó como significativo que la implementación del biodiesel permitirá tener "menores gastos, que impactará positivamente en los estudios de costo".
"Esto no va a resolver la totalidad del problema, pero ayudará a bajar a mitigar el impacto", dijo.
Actualmente hay 400 unidades del transporte público de la ciudad que funcionan con biocombustible en un 25 por ciento, y dos que lo hacen al 100 por ciento.