La Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) suspendió el Cuit a la multinacional Procter & Gamble. Además, la sacó del registro de importadores y exportadores y la quitó la posibilidad de operar en el mercado de cambio de moneda extranjera. El organismo denunció que sobrefacturó importaciones por 138 millones de dólares y la acusó de fraude fiscal y fuga de divisas.
P&G es una de las grandes jugadoras mundiales del mercado de consumo masivo. Es dueña de 300 marcas conocidas, como Gillette, Pantene, Duracell, Ariel y Pampers. Según el organismo que conduce Ricardo Echegaray, la empresa fugó divisas a sus firmas vinculadas en el exterior, a través de fraudes en operaciones de importación desde Brasil que eran facturadas a través de una filial radicada en Suiza.
Además, la Afip detectó una diferencia de 19 millones de dólares entre los valores FOB totales de las Declaraciones Juradas Anticipadas (DJAI) y destinaciones de importación asociadas a la declaración jurada. También que comprobó que la compañía multinacional reutilizó esos instrumentos para las mismas operaciones.
La Afip focalizó su análisis sobre un total de 2.608 operaciones de importación de máquinas de afeitar, pañales y artículos higiénicos, principalmente. Estos productos se “sobrefacturaron”, es que decir que se cancelaron a precios mayores a los del valor de la operación , con “la excusa de incluir en el precio royalties y demás gastos intracompañía de publicidad y administración”, detalló.
Echegaray remitió también una nota a la Comisión Nacional de Valores de EEUU (SEC) y cursó un pedido de información a Suiza y Brasil. Además, informó al Banco Central las irregularidades a la ley penal cambiaria detectadas.
“Nuestro objetivo principal es que P&G reintegre al Banco Central las divisas fugadas y que pague las sanciones aduaneras y el impuesto a las ganancias evadido”, destacó el administrador federal. Asimismo, la Afip presentó dos denuncias en la fiscalía nacional en lo penal económico Nº 2 Y solicitó a la Justicia que impida la salida del país de los directivos de la filial local.
Echegaray también ordenó instrumentar una investigación sobre los fondos de inversión con participación en el capital accionario de Procter & Gamble, ya que algunos de ellos también tendrían inversiones en la quebrada imprenta Donnelley.