Retenciones agrícolas: cuando la Nación se lleva la parte del león

En declaraciones efectuadas en la ciudad de Venado Tuerto el gobernador de la provincia, Hermes Binner, anunció la intención del gobierno que encabeza de incrementar el impuesto inmobiliario rural y las tasas municipales.

Fundamentó tal decisión, en el aumento del valor de la producción agropecuaria y de los campos. Y lo rezagado que, en relación, han quedado tal impuesto y tasas.

Considerado aisladamente, la argumentación es inobjetable. Pero el análisis y las cuentas deben hacerse integralmente.

Además, ni el gobierno nacional ni los gobiernos provinciales están en condiciones de asegurarles a los hombres de campo el mantenimiento de las cotizaciones actuales de la producción.

Para el caso paradigmático de la soja, la carga impositiva total, considerados los 35 puntos de las retenciones actuales a las exportaciones, supera largamente el 50%.

Lo que ha perdido relevancia en la recaudación global, es la participación de las provincias, municipios y comunas, pues la parte del león se la lleva la Nación. Pero, es un error, una injusticia y un peligro volver los ojos nuevamente hacia el eslabón primero y más débil de la cadena, que es el productor.

Lo que corresponde es lograr que la coparticipación desde la Nación hacia las provincias y municipios se incremente.
En este orden, hubo muchas declaraciones pero, no se observa decisión para avanzar en el armado de un frente común entre las provincias y todo el interior para lograrlo.

Con solo coparticipar el 10% —3,5 puntos— de lo que se recauda por retenciones a la soja (por hectárea, considerando un rendimiento de 3.500 Kgrs), se estarían multiplicando por más de 10 las cifras que representan el impuesto inmobiliario rural en la provincia de Santa Fe.

La medida de fondo sería sustituir las retenciones y otros gravámenes, incluido el inmobiliario, por un impuesto a la renta presunta de la tierra, recaudado por las provincias y coparticipable a la nación, municipios y comunas.

(*)Presidente de la Fundación L.N.Alem, ex-presidente de la FAA