El presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Miguel Pesce, estimó ayer que la autoridad monetaria cerrará el mes “en una situación de empate o de recuperación parcial” de sus reservas y ratificó que los niveles actuales “son apropiados para afrontar las obligaciones que el banco tendrá por delante”.
En ese sentido, dijo que la racha de ventas de reservas en las últimas ruedas responden a la fuerte demanda de importación de energía que en julio fue de u$s 2.400 millones. Sin embargo, se mostró optimista para las próximas semanas ya que esperan una demanda por unos u$s 600 millones menos en agosto, en una estimación conservadora.
“Todavía en agosto estamos en niveles de pago de energía elevados pero esperamos que ya la semana que viene esto ceda”, afirmó el presidente del BCRA en diálogo con El Destape Radio
La presión sobre las reservas viene de la mano de un nivel récord de importaciones, que alcanzaron los u$s 8.547 millones en junio, según el Indec.
La autoridad monetaria vendió cerca de u$s 65 millones ayer y acumula un saldo vendedor de u$s 850 millones en agosto, que se amplía a u$s 1.200 millones desde el 27 de julio pasado.
Para Pesce, los niveles actuales de reservas “son apropiados para afrontar las obligaciones que tiene el Central”.
“Hemos estado con niveles de reservas más bajos que este y pudimos afrontar la situación”, subrayó Pesce.
Descartó un desdoblamiento del tipo de cambio para que las divisas utilizadas para el ahorro, viajes y compras con tarjetas se canalicen por el contado con liqui. Opinó que podría “empujar la brecha cambiaria”.
También dijo que el swap de yuanes con China que integran las reservas ya se está utilizando para el pago de operaciones de comercio exterior con ese país. “Está activo y se está utilizando, el swap son u$s 20.000 millones, cuando las importaciones chinas crecen lo activamos y estamos en esa tarea en este momento”, dijo el funcionario.
La soja volvió a superar los u$s 600 en Chicago
La soja saltó más de u$s 27 por tonelada en el mercado de Chicago y cerró por encima de los u$s 600, debido a las malas condiciones climáticas en Estados Unidos, mientras que los cereales también tuvieron un cierre con ganancias en la plaza bursátil norteamericana.
El contrato de agosto de la oleaginosa subió u$s 27,10, hasta los u$s 622,16 la tonelada. Los fundamentos de la suba radicaron en una desmejora de la condición del cultivo en Estados Unidos, producto del déficit hídrico que afecta a las zonas productoras. Los subproductos acompañaron la tendencia alcista, con una suba de u$s 16,42, hasta los u$s 566,14, de la harina, y una mejora de u$s 10,80, a u$s 1.536,38, en el aceite.
Por su parte, el maíz ganó u$s 2,76 y cerró a u$s 242,31 la tonelada, también como consecuencia del clima cálido y seco sobre el cultivo en Estados Unidos.
El trigo mejoró u$s 0,64 para ubicarse en u$s 287,15 la tonelada, debido a un debilitamiento del dólar frente a las principales monedas.
No obstante, la reanudación de las exportaciones desde los puertos ucranianos hicieron que las posiciones más lejanas cierren con pérdidas.
En Rosario el mercado presentó un dinamismo mixto, con menos compradores entre los cereales, pero con mayor actividad en las negociaciones de soja. Por soja disponible, contractual y para las fijaciones se ofreció abiertamente $ 52.125 por tonelada. También hubo ofertas de u$s 390.