Con la cosecha fina prácticamente concluida, se estima que las 5,5 millones de hectáreas sembradas
con trigo dejarán entre 15,2 y 15,4 millones de toneladas del cereal, según distintos informes
públicos y privados. Esto significa una producción nacional superior a la del año anterior en un
millón de toneladas.
Este incremento se logró a pesar de las fuertes pérdidas registradas en
las principales zonas trigueras. Para ello, fue clave el aporte de las provincias de la Región
Centro.
Tanto la Secretaría de Agricultura de la Nación como la Bolsa de
Cereales de Buenos Aires subrayaron que los buenos rendimientos obtenidos en Santa Fe, Córdoba y
Entre Ríos permitirán compensar los efectos negativos de las dos heladas registradas a mediados de
noviembre en la zona centro-sur de Buenos Aires y La Pampa.
Así, pese a la disminución de la superficie sembrada, la mayor
productividad “permitió sobrecompensar la retracción y obtener una producción un millón de
toneladas superior al ciclo anterior”, admitió la Bolsa de Cereales.
Entre otros cultivos, el incremento del área sembrada con cebada
cervecera (28%), por los buenos precios garantizados por contrato, permitiría —pese a las
pérdidas por heladas— una producción récord de 1,43 millones de toneladas. También se
registrarán fuertes incrementos en las superficies destinadas a el sorgo granífero (820.000
hectáreas, +17,1%), arroz (184.000 has, +9,5%).